La presidenta Cristina Fernández recibió hoy a los gobernadores electos de Chaco, Jorge Capitanich, y de Río Negro, Carlos Soria, a quienes felicitó por los contundentes triunfos para la Casa Rosada en sus distritos.
Se trató de la primera reunión de Cristina con Capitanich luego de que el chaqueño ganara los comicios en su provincia el pasado 18 de septiembre con amplio margen, lo que le permitirá afrontar su segundo mandato.
También tuvo su primer contacto con el intendente de General Roca y gobernador electo de Río Negro por el Frente Para la Victoria, Carlos Soria, quien se impuso en las elecciones provinciales del domingo último y puso fin a una hegemonía de 28 años del radicalismo en la provincia.
Ambos gobernadores se retiraron de la sede gubernamental sin realizar declaraciones y no se informó sobre lo abordado en las reuniones con la jefa de Estado.
En el encuentro con Soria, estaba previsto que el gobernador electo analizara con la mandataria la posibilidad de acordar un alivio para la complicada situación financiera de la provincia, que es una de las que tiene mayor deuda con la Nación, por una cifra de alrededor de 3.500 millones de pesos.
También esa reunión iba a servir para comenzar a mejorar el vínculo personal entre ambos, luego de que la jefa de Estado denunciara al actual intendente de General Roca en 2002, cuando ella era diputada nacional y él titular de la SIDE, por «espiar» a su esposo y por entonces candidato presidencial Néstor Kirchner.
En ambas audiencias participó además el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien luego recibió en la Rosada a un grupo de intendentes y candidatos a legisladores nacionales de La Rioja, entre los que estuvo el gobernador reelecto, Luis Beder Herrera.
Ese encuentro se realizó en el Salón Norte, por donde pasó la Presidenta brevemente a saludar a los dirigentes riojanos, a quienes exhortó a «superar el caudal de votos actual del Frente para la Victoria de la provincia», que en las últimas elecciones cosechó el 52 por ciento de los votos, comentó un asistente a la reunión.
En tanto, la mandataria canceló algunas actividades que tenía previstas para la jornada, sin que se informaran los motivos a la prensa.
Cristina no visitó la explanada de la sede gubernamental donde iba a entregar 33 camionetas del Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF), equipados para combatir incendios en todo el país, y la ceremonia al final fue encabezada por el secretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi.
Por último, estaba previsto que a las 20 Cristina encabezara en el Salón de las Mujeres el lanzamiento del Plan Producción Limpia para Todos, destinado a las empresas cercanas al Riachuelo que se adecuarán al saneamiento integral de la zona.
En un principio se había anunciado que la jefa de Estado presidiría un acto para presentar la medida, pero finalmente esa actividad pasó a ser una audiencia privada en su despacho.
Allí, Cristina habló sobre el plan con Mussi y los gobernadores Daniel Scioli, Capitanich, Gerardo Zamora, y Gildo Insfrán. También estuvieron los intendentes de La Matanza, Fernando Espinosa, y de Lanús, Darío Díaz Pérez, y el ministro de Planificación, Julio De Vido.
A través de ese plan «se brindará asistencia técnica y financiera a PyMEs que se encuentran en la Cuenca Matanza Riachuelo, permitiéndoles cumplir con la reconversión de sus procesos productivos» a fin de disminuir los grados de contaminación, informó la secretaría de Ambiente.