En acciones prácticamente simultáneas, la hija de Hebe de Bonafini, María Alejandra, abandonó la conducción de la Fundación Madres de Plaza de Mayo por diferencias con su madre, y la Justicia descubrió reportes de operaciones sospechosas bancarias a su nombre.
Voceros de la entidad informaron que el alejamiento de María Alejandra de la Fundación a fines de la semana pasada fue por propia decisión, aunque habría tenido una fuerte discusión con la titular de Madres por diferencias en torno al escándalo por el manejo de fondos públicos.
Aunque no se confirmó oficialmente, quien ocuparía el cargo que dejó vacante Hebe es el abogado Sergio Gandolfo, ex socio de los hermanos Schoklender.
La hija de Bonafini es unas de las imputadas en la causa penal que investiga el juez Norberto Oyarbide, quien le embargó sus bienes y ya ordenó el levantamiento del secreto bancario y fiscal sobre sus cuentas.
La noticia del alejamiento se produjo luego de que en las últimas horas los investigadores detectaran al menos dos Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) correspondientes a ella, tras analizar más de treinta que presentó la Unidad de Información Financiera (UIF), y que van desde 2001 a 2011. Si bien no se especificaron los montos, se pudo saber de fuentes judiciales, que no son de sumas muy considerables.
El descubrimiento lo hizo la Fiscalía a cargo de Jorge Di Lello, quien analiza más de treinta reportes de operaciones sospechosas emitidas por los bancos, y en los cuales también habría algunos correspondientes a la financiera Monetización S.A, donde Sergio Schoklender habría cambiado varios de los cheques del programa «Sueños Compartidos», de la Fundación.
María Alejandra asumió la Fundación tras la salida de los hermanos Pablo y Sergio Schoklender, y previamente había pasado por el ENTel, y luego el ministerio de Desarrollo Social de la provincia, hasta que en 2008 se hizo cargo de la revista «Sueños
Compartidos».
Días atrás, Schoklender la acusó de comprarse su casa, valuada en 250 mil dólares, con fondos de la Fundación: la operación se hizo el 3 de noviembre de 2009.
Luego de esa adquisición, la mujer le vendió un departamento en La Plata a Meldorek SA: la propiedad tenía un precio de mercado de 120 mil dólares, pero según la escritura la sociedad pagó apenas pagó 25 mil, y de acuerdo el ex apoderado, esa operación «fue para devolver el dinero que le habían prestado a María Alejandra».
«Yo veía cosas raras y le decía a mi mamá que me llamaba la atención cómo vivía Sergio y los viajes que hacía -afirmó-, pero por el amor de madre, ella no se daba cuenta, decía que era una persona que trabajaba y le iba bien», había indicado la hija de Bonafini días atrás en una entrevista.
El fiscal también detectó reportes sospechosos a nombre del empresario Fernando Caparrós Gómez, quien se sospecha es el dueño de Monetización, y quien vendió la constructora Meldorek a Sergio Schoklender.