El gobierno cubano eliminó el Ministerio de la Industria azucarera en el contexto de cambios que buscan hacer más efectiva y ágil la administración estatal, anunció ayer la prensa oficial. Una sesión celebrada el sábado último por el Consejo de Ministros y encabezada por el presidente Raúl Castro decidió además crear un grupo empresarial estatal de la agroindustria azucarera, sector que fue reducido en su potencialidad en alrededor de un 50 por ciento en 2002 con el cierre de fábricas.
Raúl Castro sostuvo que el ministerio fue suprimido porque “no cumple ninguna función estatal”.
El gobierno además criticó la marcha del programa nacional de la agricultura por deficiencias en la contratación, falta de agilidad y precisión en la entrega y explotación de las tierras en usufructo e insuficiencias en las inversiones.
En 2003, el gobierno, buscando eficiencia, redujo los ingenios de155 a61, transfirió el 60 por ciento de superficie dedicada a la caña a otros cultivos, y recalificó o reubicó a 100.000 trabajadores del sector. Además, el presidente Castro autorizó desde 2008 entregas de tierras estatales subexplotadas a granjeros individuales, una decisión que comenzó un programa de cambios económicos en el país.
Sobre la agricultura, en la cual los cambios buscan más producción de alimentos, el gobierno dijo además que se registran “incumplimientos” en las producciones de arroz, cultivos varios y carne vacuna.
Entre los principales cambios en el sector destacan la organización de la base productiva en unidades más eficientes y la concentración en 13 empresas estatales provinciales de las centrales azucareras, de un total de 61 que actualmente pueden hacer la zafra.
Según el informe, de esas 61 centrales “se decidió mantener activas 56, de los cuales 46 molerán en la próxima” cosecha de diciembre de2011 amayo de 2012, que se estima será mayor en 19 por ciento a la zafra anterior, de 1,1 millones de toneladas.
El gobierno decidió eliminar “un conjunto de estructuras de apoyo que funcionaban a pesar de ser desactivadas las centrales”, y que generaban así un “gasto innecesario de recursos”.
La reestructuración del sector comenzó en 2008, como parte de un vasto plan de reformas que impulsa Cuba. En ese año se inició el programa de modernización con el apoyo de Brasil, bautizado como Proyecto Vitrina, con nuevas tecnologías, agricultura de precisión y automatización industrial.