La Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) detectó “fallas evidentes” en el funcionamiento de las agencias de calificación crediticia, tanto en los procedimientos y la metodología de análisis, como en la publicación de sus calificaciones. El informe fue realizado tras examinar a diez de las principales agencias.
Cazadores cazados. La SEC identificó elementos preocupantes, que tienen que ver con las metodologías y prácticas de calificación, en las agencias Fitch, Moody’s, Standard & Poor’s, Japan Credit Rating Agency, A.M. Best, DBRS, Egan-Jones, Kroll Bond Rating Agency, Morningstar Credit Ratings y Rating and Investment Information (R&I), y les exigió “comunicar sus procedimientos de forma rápida y precisa”, estableciendo estructuras eficaces de control interno y gestionar adecuadamente lo quela SECllamara “conflictos de intereses”.
La Comisiónseñaló, por ejemplo, que una de las tres más grandes agencias de calificación –aunque evitó dar nombres– no tenía mecanismos eficaces para impedir que sus reportes se filtraran a terceros agentes antes de que fueran enviadas a los medios.
Dos de las tres mayores firmas tampoco disponían de políticas específicas que indicaran cómo afrontar un conflicto de interés como el que se produce cuando deben calificar la oferta de alguien que es un importante accionista de la propia agencia.
La SECdestacó que, pese a los cambios realizados por algunas de las entidades analizadas para mejorar sus operaciones, identificó varios motivos de preocupación en cada una de ellas. En esta direcciónla Comisiónenvió cartas a cada una de las agencias con la exigencia de presentar un plan de corrección en el plazo de 30 días
Las investigaciones dela SECconstataron la existencia en algunos casos de errores “evidentes” en el seguimiento de los procedimientos y las metodologías de las calificaciones, en la publicación oportuna y precisa de los análisis, en el establecimiento de estructuras internas de control eficaces en los procesos de análisis y en la gestión de forma adecuada de los conflictos de intereses.
La Comisiónelaboró el informe bajo mandato de la ley de regulación financiera aprobada el año pasado en el Congreso, y prevé convertirlo en una costumbre anual.
“Esperamos que las agencias de calificación de deuda afronten las preocupaciones que hemos expresado en forma rápida y eficiente, y estaremos supervisando su progreso como parte de nuestros exámenes anuales”, añadió en un comunicado el subdirector dela Oficinade Inspección del Cumplimiento dela SEC, Norm Champ.
Para elaborar el informe,la SECreclutó a expertos y “fortaleció el proceso general de supervisión y examen para proteger mejor a los inversores, asegurar la integridad del mercado y facilitar la formación de capital”, dijo el director de esa oficina, Carlo di Florio.
La SECcuenta desde 2006 con la obligación de regular el comportamiento de las agencias de calificación, pero las críticas contra estas durante la crisis financiera que comenzó en 2008 le hicieron endurecer su trabajo.
Cabe recordar que la agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P) se enfrenta con una investigación de SEC en relación con las calificaciones que otorgó en2007 a1.600 millones de certificados de deuda garantizada.
La SECnotificó a la agencia que ha iniciado una revisión de las calificaciones otorgadas a este tipo de certificados conocidos como CDO. Unos productos que se revalorizan si el prestatario los paga, y al contrario, pierden valor si no reembolsa el préstamo.
Las prácticas de S&P y de otras de las mayores agencias calificadoras de crédito han sido cuestionadas tanto en los mercados financieros como en el Congreso de EE.UU. porque esas agencias reciben pagos de las mismas entidades a las que califican.
Las agencias de calificación crediticia fueron un eslabón importante en la cadena de titulización de hipotecas. Fueron ellas las que pusieron nota a los paquetes de deuda que iban estructurando los bancos. Y gracias a la alta calificación que le otorgaban, las entidades pudieron colocarlas sin mayores problemas en el mercado. Hasta que estalló la burbuja inmobiliaria y ese papel quedó sin valor.