La presencia de la enfermedad de Chagas disminuyó un 6,5 por ciento en el período 2010-2011 con respecto al de 2004-2005, en niños menores de 15 años, mientras que no se registraron casos en chicos de menos de cinco años en los departamentos Vera y 9 de Julio, que son los de mayor incidencia en la provincia de Santa Fe.
Así lo confirmó el jefe del Programa Provincial del Chagas, Marcelo Nepote, en un informe elevado al ministro de Salud, Miguel Ángel Cappiello.
Según se señala en el trabajo, “en el registro correspondiente a los años 2004-2005 dio positivo el 8 por ciento de los exámenes de sangre a niños menores de 15 años. Esa tasa bajó al 1,5 por ciento en el período 2010-2011 (hasta el mes de agosto), sobre un total de cuatro mil muestras analizadas en los departamentos 9 de Julio y Vera, los de mayor riesgo para la transmisión vectorial de esta enfermedad, no detectándose en niños menores de 5 años”.
Nepote indicó que la “disminución de niños infectados que residen en la zona rural de la provincia guarda relación con las acciones encaradas desde el Ministerio de Salud provincial para controlar el vector transmisor (la vinchuca), como también por los cambios en los hábitos en cuanto al orden e higiene de las viviendas, en su gran mayoría precarias”.
No obstante, el funcionario advirtió que la enfermedad “se está mudando de esas zonas rurales, tradicionalmente endémicas, a las grandes ciudades, en donde por vía de las migraciones internas y de naciones limítrofes se incrementó la presencia de enfermos”.
Urbanización del Chagas
Nepote dijo que ese fenómeno “ya tiene nombre: la urbanización de la enfermedad de Chagas”, debido a lo cual instó a “sumar nuevas estrategias para combatir la enfermedad porque en las urbes, donde el insecto no está presente sino en forma accidental, la transmisión se da preferentemente por vía trasplacentaria, es decir de madres infectadas a hijos durante la gestación”.
En ese sentido, desde el área de Salud santafesina se puso énfasis en el control de las embarazadas, siendo “una de las provincias más avanzadas” en tal sentido.
“Más del 90 por ciento de las mujeres que concurren a los efectores públicos para dar a luz –explicó Nepote– son controladas, lo que permite un seguimiento de los bebés susceptibles de contagio para, en caso de confirmarse la infección, administrar el tratamiento que a temprana edad permite una cura total. Los únicos dos medicamentos disponibles disminuyen su efectividad en pacientes mayores de 15 años”, aclaró.
De los registros tanto de las maternidades públicas como de la red de laboratorios del Ministerio de Salud santafesino, se obtuvo que “un 3 por ciento de las embarazadas son positivas, dato que también demuestra un descenso en los últimos años”.
El responsable del Programa Provincial de Chagas recordó que con una antigüedad de 2.500 años, pero descubierta hace un siglo en Brasil por el médico Carlos Chagas, esta enfermedad, que lleva su nombre, “sigue siendo una de las patologías de mayor importancia sanitaria para nuestro país, puesta de manifiesto por el médico sanitarista argentino Salvador Mazza”.
Se calcula que hay cerca de 1.600.000 infectados en Argentina, de los cuales alrededor del 8 por ciento vive en la provincia de Santa Fe.
Desnaturalizar la enfermedad
En ese marco, Nepote mencionó que el 26 de agosto se conmemoró el Día Nacional por una Argentina sin Chagas.
El objetivo de esa jornada fue promover “la participación y compromiso comunitario en el trabajo conjunto con las áreas científicas, sanitarias y escolares para «desnaturalizar» la enfermedad” y “romper el silencio que la rodea”.
La conmemoración se eligió para el último viernes de agosto de cada año en referencia biográfica al científico brasileño Carlos Chagas, quien en 1909 identificó la enfermedad, y al médico argentino Salvador Mazza, quien en 1926 retomó su investigación en el país.
Durante la jornada se realizaron actividades de “información, educación y capacitación en todo territorio provincial, distribuyéndose material informativo a la comunidad, así como talleres en centros de salud y escuelas de la provincia”, expresó el responsable del programa.
En la época estival hay una mayor actividad y reproducción de la vinchuca, portador del trypanosoma cruzi, parásito causante de la enfermedad, produciéndose así “un aumento de la presencia del insecto en las viviendas y en consecuencia, una mayor probabilidad de infecciones por esta vía de transmisión”, acotó Nepote.