La reunión de trabajo mantenida en Nueva York entre los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores concluyó sin haber logrado ningún avance en las negociaciones de un nuevo convenio y con la amenaza que si no hay un acuerdo en los próximos días la temporada regular no podrá comenzar.
El encargado de hablar sobre lo sucedido en la reunión celebrada en Nueva York fue el vicecomisionado de la NBA, Adam Silver, que admitió que no se había logrado ningún avance ni hubo predisposición para que eso sucediese.
Aunque, las partes aseguran que se han hecho avances, los mismos no son significativos ni importantes para acercarse a un consenso en la búsqueda de la firma de un nuevo convenio colectivo.
Por su parte el director ejecutivo del sindicato de jugadores Hunter asume que si se llega a un acuerdo a mediados de esta semana todavía se podría salvar el inicio de la temporada regular el próximo 1 de noviembre, el grave problema es que ninguna de las partes ofrecen los cambios que serán necesarios para acercar posiciones.
La reunión de esta jornada marca el nuevo punto de partida en el conflicto laboral que ya dura desde el pasado 1 de julio y que ha obligado a cancelar los campos de entrenamiento que tendrían que haber comenzado ya, así como 43 partidos amistosos de la pretemporada.