Hernán Pellerano entiende que, además de fallas futbolísticas, Newell’s no tiene paciencia y que eso atenta directamente con el rendimiento del equipo. “Estamos tan desesperados por el triunfo en casa que muchas veces jugamos al ritmo de la gente y nos desordenamos por ir a buscarlo desde el primer minuto. Y eso a la larga nos pasa factura porque no hacemos lo que practicamos en la semana”, argumentó el defensor rojinegro.
—A esta altura es un error imperdonable no marcar goles…
—Las situaciones están. La de Pablo Pérez no entró por mérito del arquero pero después los errores son nuestros para definir, igual que cuando nos confundimos y Godoy Cruz nos hizo un gol. Estamos en una rachita que dura más de lo previsto, es más de lo mismo y ya se tuvo que ir un técnico. No podemos convertir y cuando tenemos partidos como el de Banfield en el que no defendemos bien, perdemos.
—¿Sentís que el hincha está perdiendo la paciencia con el equipo?
—La gente de Newell’s es muy fanática y apasionada. Pero la paciencia recién se les termina cuando se está por terminar el partido. La cancha está siempre llena, nos acompañan de visitante. Por ahí cambió el hecho de que nos íbamos aplaudidos y el otro día nos fuimos insultados. Dicen que la paciencia de la gente se acaba y cada vez van más hinchas a la cancha, de no creer. Siempre nos queda la espina de no ganar por el vestuario, pero esta vez también nos duele no ganar por la gente, que hace tiempo merece una victoria y más en casa.
—¿Qué explicación le encuentran a la situación en sí de no convertir?
—El momento que estamos pasando, la falta de confianza. Generamos chances y pareciera que estamos esperando no convertir. Y esa presión te lleva a dudar a la hora de definir. Estamos en un momento en el que nos queda tan fácil que no podemos creer los goles que erramos.
—¿Qué dijo Diego Cagna después del empate con Arsenal?
—Que son momentos duros, que tratemos de no jugar al ritmo de la gente. Porque si en la semana trabajamos de una manera y después cambiamos por entrar en el ritmo de la gente, no sirve de nada. Tenemos que tratar de estar más tranquilos, mantener el juego de los entrenamientos y confiar en nosotros. Es cuestión de agarrar una dinámica que nos permita ganar dos partidos seguidos y recuperar posiciones.