Un adolescente de 17 años que estaba mencionado en el homicidio de un muchacho de 22, asesinado a balazos el domingo pasado en Villa Gobernador Gálvez, se presentó ayer en los Tribunales, donde desmintió las acusaciones en su contra. El chico estaba sindicado como uno de los autores de los disparos que terminaron con la vida de Juan Castro, quien falleció a pocas cuadras de su casa, ubicada en inmediaciones de Mendoza y General López, luego de salir a comprar cigarrillos.
En un primer momento, fuentes policiales informaron que el móvil de crimen era un “asunto de polleras”, hipótesis que condujo las sospechas sobre un muchacho de la zona, quien al enterarse que lo buscaban decidió presentarse antela Justicia.
Ayer, el chico se presentó espontáneamente en Tribunales y declaró ante la jueza de Menores 1ª, María del Carmen Mussa, acompañado por su madre y dos abogadas particulares.
“Estaba en el hospital Provincial cuando lo mataron al joven. Por eso vino a entregarse: él no tiene nada que ver, lo mencionaron porque no nos quieren. Ellos son transeros y nosotros trabajadores”, dijo un familiar del chico que aguardaba en la puerta de juzgado, haciendo referencia a vecinos de la zona donde ocurrió el asesinato, que señalaron al pibe.
De acuerdo con su relato, el día que asesinaron a Castro, el pibe acusado estaba en el hospital ubicado en Alem al 1400 donde intentaban extraerle un plomo del brazo de una herida producida unas semanas antes, que en su momento casi le cuesta la vida y que lo tenía a mal traer. “Estuvo más de un mes en terapia intensiva y el día que mataron al pibe a él le tenían que hacer un microcirugía para sacarle el plomo del brazo que le había impactado en la arteria”, expresó su familiar tras reiterar su inocencia.
Consultado sobre la versión de que la muerte haya sido el resultado de una disputa por una chica, el allegado al acusado respondió: “Al que mataron ni lo conocía, y la chica no era su novia. Es la hija de una transera muy conocida del barrio”.
El hecho ocurrió cerca de las 19 de domingo cuando Juan Castro caminaba por inmediaciones de General López y Mendoza, de Villa Gobernador Gálvez, donde fue sorprendido y ultimado a balazos. El cuerpo tenía más de diez orificios y en la autopsia lograron extraerle tres municiones calibre9 milímetros, según una fuente judicial.
En un principio, la investigación recayó en el Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación, a cargo de Juan Carlos Vienna, pero con la mención de un adolescente como imputado fue remitida al juzgado de Menores 1ª. El caso es investigado por la sección Homicidios y la comisaría 25ª, con jurisdicción en la zona.