Tras dos días de maratónicas reuniones en el Hotel Waldorf Astorga de Nueva York, siguen sin coincidir las posturas de ambas partes al respecto del nuevo convenio laboral.
Al respecto, George Cohen, mediador federal, trató de suavizar la situación al señalar que «todo el mundo está concentrado en buscar un acuerdo».
Sin embargo, Cohen advirtió que se necesita «mantener la confidencialidad» sobre los puntos que se están tratando.
No obstante, la negociación en torno al asunto central que son los ingresos procedentes del básquetbol, parecen haber avanzado.
Las franquicias se mostraron inflexibles sobre el porcentaje de las ganancias, ya que el anterior convenio laboral estipulaba un 57 por ciento de los ingresos para los jugadores y un 43 por ciento para ellas.
Sin embargo, ahora exigen un 50, mientras que el sindicato de jugadores sólo cede hasta el 53. Cabe señalar que cada punto porcentual representa unos 40 millones de dólares, es decir que la diferencia es de 120 millones.