La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a reclamar a los dirigentes políticos, sociales, empresariales y sindicales «ayuda» para mantener el rumbo económico del país con un pedido de «paz y concordia». Además, descontado su triunfo en las elecciones del domingo, prometió para su próximo gobierno realizar las «correcciones» necesarias.
«Hemos construído un modelo con variables que nos permitió mantenernos en pie en medio de la crisis económica mundial», señaló la mandataria al participar del anuncio de ampliación de las instalaciones de la fábrica que produce los fideos Luchetti, Matarazzo, Don Vicente.
«La oportunidad que tiene el país y la región para convertirse en líder exportador de agroalimentos no la vamos a dejar pasar», expresó.
«Necesitamos paz y concordia para seguir creciendo, corregir lo que haya que corregir, mejorar lo que haya que mejorar, porque siempre que mejorar las cosas, sería necio no decir que hay cosas para corregir», afirmó.
«Hay que apostar a la Argentina y su gente, porque es nuestro hogar y refugio para las tormentas que sacuden al país, y van a seguir sacudiendo. Les pido ayuda a las personas que tienen responsabilidades porque esto no lo hace una sola persona sentada en la Casa Rosada», completó, para luego advertir: «Cuando fracasa un proyecto político, en definitiva fracasa un país».
En otro tramo, comparó la actualidad con el estallido económico y social del 2001: «Si uno mira esa época donde hablar de un político era una mala palabra, que también le ha pasado a los empresarios que no podían salir a la calle».
Asimismo, reiteró su pedido de inclusión al mercado laboral y de apoyo a los sectores más jóvenes de la sociedad. «El otro día leía un artículo de un diario extranjero sobre el fenómeno de la juventud argentina y la incorporación a la política y la comparaba con otra juventud, los indignados en Europa, con otras que viven situaciones violentas como la del Magreb», comentó al resaltar las diferencias.