“Arde el infierno?!!! Feliz Mami!!!”. Este es el extraño mensaje que dejaron desconocidos en la tumba de Elías Gabriel Bravo, el chico de 17 años que fue asesinado con tres decenas de disparos la noche del pasado viernes 15 en la puerta de un quiosco de drogas, ubicado en French al 2100. Por esta inscripción intimidatoria, su madre se presentó ayer en los Tribunales provinciales para solicitar que se investigue el hecho y renovar su pedido para que se encuentre a los culpables del crimen del adolescente. Si bien la causa está plagada de sobrenombres, al cierre de esta edición no había aparecido un testigo directo que brindara la identidad de los homicidas, lo que a juicio de la madre de la víctima se debe a las amenazas que han desperdigado los autores del crimen por el barrio. Sin embargo, los vecinos apuntan contra un joven que tiene relación directa con los encargados de la distribución y comercialización de estupefacientes en ese sector de Empalme Graneros.
“Ayer (por anteayer) a la tarde, mi hija y mi nuera fueron al cementerioLa Piedady se encontraron con eso –en relación con el escrito–. Esto es terrible, no lo dejan descansar tranquilo ni en la tumba”, relató Analía en diálogo con El Ciudadano.
“Es un mensaje para mí, para que me calle, pero no voy a parar hasta que metan preso al que lo mató. Los vecinos me contaron que (el homicida) pasa en auto por casa, pero no me importa. Elías era todo para mí. Fue mi primer hijo y lo crié sola, es un amor diferente”, prosiguió la mamá con voz angustiada. La mujer agregó que ayer por la mañana se presentó ante el magistrado Luis María Caterina, a cargo de Instrucción 3ª, para que investigue los escritos intimidantes realizados con tinta indeleble verde, que aparecieron en la tumba 252B del cementerioLa Piedad, de Provincias Unidas 2652.
“No sé si creo enla Justiciaporque me piden testigos pero nadie se va a presentar. Las personas del barrio tienen miedo porque los que mataron a Elías se van a enterar quién habló. Hoy (por ayer) a la mañana, el juez me tomó la denuncia y mandó a hacer fotos al cementerio. No voy a dejar de luchar hasta que lleven presa a la persona que lo mató. No tenían derecho a matarlo así y menos por la espalda. Es de cobarde”, sentenció la mujer.
Elías Bravo era un pibe que había tenido “conflictos con la ley penal”, pero según recordó su madre, y avaló la jueza de Menores María Dolores Aguirre Guarrochena, el chico había cambiado su actitud tras estar tres meses preso en el Irar. Desde julio pasado, estaba yendo a un taller de carpintería y estudiaba el primer año del secundario.
Incógnitas de un crimen
El crimen de Elías Gabriel Bravo ocurrió quince minutos después de la medianoche del viernes 15 de este mes en la entrada de un búnker de droga, ubicado en French al 2100, poco metros antes de las vías, en el límite entre Empalme Graneros y Ludueña. Por el homicidio no hay detenidos, ya que en la causa se investigan múltiples apodos pero no aparecieron testigos directos que puedan confirmar los transcendidos, dijeron voceros del caso.
Sin embargo, hay un sobrenombre que se impone sobre los demás y señala a un joven que tiene relación directa con los encargados de la distribución y comercialización de estupefacientes en Empalme Graneros, según cuentan los vecinos, los mismos que tras el crimen, y ante la mirada atónita de los consumidores que llegaban a comprar droga, destruyeron a mazazos las gruesas paredes del quiosco para que cese la venta de estupefacientes. De acuerdo con esta versión, este muchacho, con otros tres, pasó a buscar a Elías en un Renault Clío negro por una vivienda ubicada a la vuelta de su casa, y fue quien minutos después encabezó el fusilamiento. El mismo joven ya había estado señalado en otro homicidio ocurrido en Granadero Baigorria.
Según relataron fuentes policiales en dicha oportunidad, Elías llegó minutos después de la medianoche del viernes15 abordo de su moto Honda Tornado por French, entre Felipe Moré y las vías, estacionó y apenas alcanzó a bajarse de su vehículo cuando desconocidos lo acribillaron a balazos.
De acuerdo con la investigación, los pesquisas contabilizaron en el cuerpo del adolescente 29 impactos de bala en distintas partes del cuerpo, la mayoría en la zona posterior, por lo que especulan que bajó de la moto, le dispararon de frente y una vez en el piso lo remataron por la espalda. El mismo parte policial informaba que en el lugar del hecho fueron secuestradas 31 vainas servidas9 milímetrosy 11 ojivas del mismo calibre, aunque aún no está claro si los homicidas usaron una ametralladora o varias pistolas.
Los vecinos aportaron que los atacantes habían llegado a bordo del auto por Felipe Moré, del que descendieron tres hombres que ingresaron a pie por French, que es tan angosta que parece un pasillo, para ejecutar el fusilamiento.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación, con la colaboración del personal de la sección Homicidios.