Trece militares de Estados Unidos y uno de Canadá murieron ayer en Kabul en un ataque suicida contra un autobús que transportaba fuerzas de la Organización de Tratado del Atlántico Norte (Otán), reivindicado por los talibanes, informaron sus respectivos países, con lo que el balance de fallecidos ascendería a 18.
Fuentes del Pentágono confirmaron a la agencia AFP que 13 de sus militares estaban entre las víctimas mortales del atentado con coche bomba, en el que según las fuerzas de la coalición internacional en Afganistán (ISAF) fallecieron también tres civiles y un policía afganos.
Dichas fuentes también dijeron que al menos otro soldado resultó herido, aunque señalaron que todavía trabajan con base en reportes preliminares y que el balance de fallecidos podría incrementarse.
“Los números pueden cambiar”, había dicho uno de los funcionarios. “Podemos confirmar que hemos perdido un soldado canadiense en el atentado de Kabul”, afirmó por su parte el capitán canadiense Adam Thomson a la AFP en Ottawa.
“El soldado canadiense murió a bordo del autobús que viajaba entre campamentos de la Otán en Kabul. No fue en una misión militar o en un entrenamiento. Simplemente estaba regresando a su lugar de trabajo”, añadió el portavoz militar Christian Lemay, que no reveló la identidad de la víctima.
El ataque, que fue reivindicado por los extremistas talibanes, contrarios al gobierno de Hamid Karzai respaldado por occidente, fue el más mortífero contra la Otán desde la muerte a mediados de agosto pasado de 30 soldados estadounidenses, incluyendo 25 efectivos de fuerzas especiales, cuyo helicóptero fue derribado al sur de Kabul, en la provincia de Wardak.
El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, expresó su pésame a las familias de las víctimas, comprometiéndose a honrar sus muertes con los continuos esfuerzos para derrotar a los talibanes y otros insurgentes.
“Continuando nuestra agresiva persecución del enemigo honraremos su sacrificio y estoy convencido de que Estados Unidos –trabajando de forma conjunta con nuestros aliados afganos y de la Otán– hará justamente eso”, afirmó el vocero de Panetta, George Little, en un comunicado.
Por otro lado, tres soldados de la Otán fueron asesinados por un hombre vestido con uniforme del ejército afgano que les disparó. El tirador fue muerto.