Durante el verano es importante quproteger a las mascotas del sol y de las altas temperaturas, sobre todo en el caso de los perros y los gatos, ya que para las personas es más fácil regular la temperatura corporal. Hay que tener en cuenta que mientras los seres humanos pueden eliminar el calor a través de la sudoración que se produce por todo el cuerpo, los gatos y los perros sólo pueden transpirar a través de las almohadillas de las patas, donde se concentran las glándulas sudoríparas.
Por ello, para regular la temperatura correctamente, eliminan el exceso de calor a través de la respiración, jadeando, y, en menor medida, también liberan calor a través de la piel, por lo que los animales de pelo largo y denso sufren más con las altas temperaturas. El color de la piel y del pelo también influye, ya que los colores oscuros absorben más el calor en los días soleados.
Algunas razas son más propensas a sufrir un golpe de calor que otras, bien por la densidad de su pelaje (husky siberiano, bobtail, samoyedo, chow chow, entre otros) o bien por dificultades a la hora de respirar y, por lo tanto, de eliminar el calor. Este último es el caso de los perros de hocico corto como el bulldog, el boxer o el shih tzu.
El riesgo es mayor en los animales de edad avanzada, los cachorros y aquellos con problemas cardíacos o sobrepeso. Hay que prestar atención en estos casos.
Para proteger a las mascotas del calor es recomendable seguir ciertos consejos:
- Pasear al perro por la mañana temprano o al anochecer, reduciendo el tiempo al mínimo durante el mediodía.
- No dejar al animal dentro del coche o en lugares cerrados sin ventilación, ni siquiera por unos pocos minutos. Ésta es la razón principal por la que muere un gran número de mascotas cada verano.
- Si se encuentra en un patio o un jardín, debe tener sombra o alguna zona donde refugiarse del sol. Debe permanecer en lugares amplios y bien ventilados.
- Hay que dejar siempre a su alcance agua fresca, que habrá que reponer a menudo.
- Evitar que realice ejercicio excesivo en días de calor, especialmente en el caso de los perros grandes.
- En un viaje largo es importante que el vehículo esté bien ventilado, así como hacer varias paradas para que el animal salga y se airee.
- Para refrescarlo hay que mojarlo con un poco de agua, especialmente la cabeza.
- Lo mejor es que coma en las horas de menos calor, a la mañana temprano o por la noche, para facilitar su digestión.
Si la mascota está muy agitada, respira con dificultad, tiene temblores y las mucosas enrojecidas, probablemente está sufriendo un golpe de calor. La recomendación, en este caso, es humedecerla un poco para refrescarla y llamar al veterinario lo antes posible.