Veinte manifestantes anti-Wall Street fueron arrestados en la ciudad de Denver (Colorado) por desobedecer órdenes policiales de acampar sin autorización. Sin embargo, lejos de una desocupación pacífica, la Policía disparó gas pimienta y balines a miembros del movimiento Occupy Denver en el Centro cívico de la ciudad. La medida represiva tuvo lugar un día después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostuviera que ya no se puede “esperar” que el Congreso se decida a tomar medidas para enfrentar la crisis. Algunos analistas sostienen que solamente los más ricos están viendo crecer su riqueza mientras la clase media sigue perdiendo terreno.
En Denver, dos manifestantes fueron arrestados luego de desmontar a un oficial de su motocicleta y golpear a otros uniformados, según la Policía. Otros fueron acusados de desorden público. Los enfrentamientos se produjeron anteayer, cuando la policía y tropas estatales desalojaron a un grupo de manifestantes del Capitolio, área vedada a las protestas. Otros arrestos fueron reportados en Nashville, Tennessee, pero un juez local se negó a enviar a prisión a los manifestantes, citando el derecho a la libre expresión. Todos fueron liberados.
“La verdad es que ya no podemos esperar que el Congreso cumpla su función” se quejó Obama durante su habitual mensaje de los sábados. “Esta semana, un nuevo informe económico confirmó lo que la mayoría de los estadounidenses creen que es cierto: durante las últimas tres décadas, la clase media ha perdido terreno en tanto que los pocos más adinerados se han vuelto aún más ricos”, dijo Obama.