“Va a ser una semana linda para entrenar tranquilos, pero no hay que relajarse porque esto sigue y todavía falta mucho camino por recorrer”, dijo Martín Rivero ayer, en la vuelta al trabajo del plantel. El mediocampista, fue una de las figuras en la victoria canalla del sábado pasado, ate Huracán en Parque de los Patricios. Es que, tras la temprana expulsión de Matías Ballini, Rivero se puso el incómodo traje, al menos para él, de volante central. Y el rol no le pesó. Atento para recuperar la pelota, y preciso para distribuirla, Rivero fue pieza clave en el importante triunfo auriazul ante el Globo.
— Tuviste que cumplir una función atípica en el partido ante Huracán.
— La verdad es que la expulsión del Ballo (por Matías Ballini) en el arranque del partido fue un golpe muy duro para el equipo. Pero tratamos de ordenarnos un poco y creo que nos salió bien. Ellos casi no nos llegaron.
— Casi no se notó el hombre de menos.
— Tal cual. Me parece que tuvimos las mejores situaciones para convertir. Además, tuvimos la suerte, de que Gonzalo (Castillejos) pudo meter ese gol que nos sirvió muchísimo para controlar el juego.
— ¿Te gusta jugar de volante central?
— Es una linda posición. Pero no estoy acostumbrado. Lo bueno es que estás en contacto con la pelota en forma permanente y tenés mucho panorama.
— El tema es que también hay que correr y marcar.
— Seguro. Mis características no son de marca, ni soy un jugador metedor. Pero uno trabaja diariamente para seguir creciendo.