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Newell’s: fallas de origen

Por José Odisio.- Los problemas para armar el equipo reflejan un grave error al conformar el plantel.

La expulsión de Guillermo Ferracuti no debería ser un problema para Diego Cagna, ya que el flojo rendimiento del juvenil de Soldini no le quita el sueño a nadie a la hora de su ausencia. Pero lejos de ser así, el técnico está ante un verdadero dilema, ya que no tiene un lateral izquierdo para reemplazarlo, lo que deja bien evidenciado que hubo un grave error a la hora de armar el plantel de cara a la temporada 2011/2012.

Sobran volantes centrales, escasean los laterales y los carrileros, no hay demasiados marcadores centrales y arriba, hay cantidad, pero falta calidad.

Obviamente en la conformación de esta plantilla hubo errores compartidos. Javier Torrente fue quien pidió los puestos a reforzar de acuerdo a su idea de juego, sin pensar que si su plan original fallaba debía tener alternativas. Mientras que la dirigencia falló al traer algunos nombres de escasa trayectoria y también en no detenerse a analizar la situación de otros refuerzos que si bien tenían algo de “chapa” no estaban en su mejor forma.

Torrente pensaba en jugar con línea de tres, con Mateo como líbero, por eso casi no hay laterales. Apenas está Cristian Díaz por derecha y Ferracuti por izquierda. Y si falta uno, Machuca, un marcador central, es la única alternativa de cambio.

Y como el ex DT iba a utilizar a Pomelo en defensa, pidió otro volante central (Marcos Riveros) para sumarlo a Bernardi y Villalba. Hoy Mateo volvió a su puesto natural y entonces hay cuatro jugadores para uno o dos lugares.

Tampoco sobran los zagueros, pero el gran acierto de Santiago Vergini y un buen refuerzo como Hernán Pellerano al menos garantizan solvencia. Si falta alguno, sólo están Machuca y el juvenil Valle.

Otro error del ex entrenador fue confiar en la polifuncionalidad de algunos volantes y por eso tampoco sobran los carrileros: Pablo Pérez por derecha, el lesionado Vangioni por izquierda y un Mauricio Sperduti que ya no quiere jugar en esa posición.

En cuanto al enganche, Víctor Figueroa sin dudas era un nombre que seducía, pero física y futbolísticamente aún está lejos de aquel que se lució en Godoy Cruz. Su paso por el fútbol árabe fue un detalle que tal vez no se tuvo en cuenta y hoy es un problema. Para peor su alternativa es Néstor Camacho, que ya había dado muestras de no ser ninguna alternativa.

Adelante se falló en las contrataciones, no hay dudas. Ricardo Noir no vino como goleador, pero tampoco cumplió en otros rubros. El nueve, un problema de vieja data, fue otro fiasco. Víctor Aquino llegó como el goleador del campeón paraguayo (Nacional), pero hasta el momento aportó pocos goles, poco fútbol y poca entrega. Y Carmelo Valencia venía casi como relleno y no fue más que eso.

Frente a este panorama Cagna empezó a darles cabida a algunos juveniles como Maxi Urruti, Fabián Muñoz, Martín Tonso y ante Unión fue el turno de Leonel Pérez. Los pibes cumplieron, pero dentro de lo que se le puede exigir a futbolistas jóvenes de escasa experiencia.

El plantel está mal armado. Y dos refuerzos parecen poco para acomodar tal dislate. Cagna pidió un delantero de área y un carrilero zurdo, aunque no descartó que pueda ser alguien por derecha. La dirigencia esta vez deberá apuntar bien y no fallar. El margen de error cada vez es más chico.

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