¿Peligra el aumento del boleto? Hasta anoche el bloque del oficialismo en el Concejo seguía negociando para llegar a la masa crítica de 11 votos que le permita, en última instancia, forzar el desempate con el doble voto del titular del cuerpo Miguel Zamarini, y así habilitar la nueva suba en la tarifa del transporte urbano de pasajeros. Tal como ocurrió con el último incremento, que se aprobó en abril del año pasado tras una fuerte pulseada, esta vez los conteos auguran el mismo camino: un cuerpo dividido en mitades, con un núcleo opositor decidido a no dejar pasar el alza o, al menos, dificultarlo lo más que pueda. En ese escenario, el bloque socialista podría incluso retirar el pedido: es que si no llegaba a convencer a uno de sus aliados, se arriesgaba a perder la votación y en ese caso el proyecto no puede ser tratado hasta el próximo período legislativo.
En la última suba del boleto fue el radical Jorge Boasso la llave que destrabó el escenario. Su acompañamiento tuvo como moneda de cambio la sanción de proyectos de su autoría sobre el transporte público. Uno de ellos fue, precisamente, el “no aumento”, un eufemismo que remite a la llamada “tarjeta laboral” o “tarjeta de uso frecuente”, un paquete de 40 viajes que mantenía los valores anteriores y estaba destinado a quienes usan el colectivo para ir a trabajar. Ayer, en los corrillos del Palacio Vasallo se resaltaba que Boasso acumula quejas sobre cómo se implementó ese pack social, al que el Palacio de los Leones le asignó una “fecha de vencimiento” exigua que desalentó su demanda. Otra de las condiciones impuestas por el Ejecutivo a ese paquete, que también desató debate, fue la de presentar el Documento Nacional de Identidad para adquirirlo, tras lo cual Servicios Públicos debió salir a aclarar que el objetivo era evitar potenciales reventas o maniobras ilícitas.
El edil de Intransigencia y Renovación Radical cuestionó en anteriores sesiones que, de las varias ordenanzas para mejorar el servicio del transporte, “la única” que el Ejecutivo municipal aplicó rápida y eficazmente “fue la suba del boleto”. Y con ese humor, no acompañaría hoy a los socialistas.
La nueva llave sería entonces otro radical, pero de diferente cuño. Gonzalo del Cerro, único integrante del bloque Convicción Radical Arturo Illia, suele acompañar al oficialismo en las votaciones del Palacio Vasallo. Pero esta vez amagó con lo contrario, aunque colegas de otras fuerzas especulaban con que finalmente se alinearía: según dejó trascender, no levantaría la mano para una suba en el transporte a menos que se implemente el medio boleto universitario. Afuera, el mismo reclamo hará hoyla FURcon una movilización al Concejo que integrará a estudiantes secundarios ya beneficiados con ese pasaje diferencial pero con un punto de encuentro: que el pasaje no se encarezca.
Esta primera diferenciación de Del Cerro, además, se da en un contexto de tirantez entre radicales y socialistas que excede tanto al Concejo como a la ciudad, y que deriva del reparto de cargos políticos entre ambos socios en la futura gestión provincial de Antonio Bonfatti.
Otra alternativa para destrabar el aumento del boleto podría ser la por ahora única concejala del PRO, Laura Bertotto de Weskamp. Pero ella también tiene su propio reclamo acerca del transporte público: en la última sesión presentó un amplio pedido de informes y adelantó que su iniciativa es que se implemente un sistema de “trasbordo” gratuito o a precio diferencial que beneficie a quienes deben combinar dos líneas para ir a trabajar o estudiar.
Así las cosas, se descuenta el voto negativo a la suba por parte de los concejales del Partido del Progreso Social, el Frente parala Victoria, Rosario Federal y Encuentro por Rosario. Y por esa vereda transitaría, además de Boasso, la tercera banca unipersonal dela UCR: la de Daniela León. Por su parte el concejal del Partido Socialista Auténtico-Proyecto Sur, Alberto Cortés, no quiere ni escuchar sobre un aumento: a la par que presentó su propia iniciativa de medio boleto universitario –financiado en gran medida con el ajuste de la patente del año próximo–, propuso que el déficit del transporte público se cubra en parte con un gravamen especial a las grandes exportadoras cerealeras. Como esto es jurisdicción provincial, la iniciativa del edil es que el Concejo emita ese reclamo ala Legislaturasantafesina.
Con todo, el mapa para hoy es al menos difícil para el oficialismo, que ya resignó en parte los valores contenidos en el mensaje que cursó el Palacio de los Leones: en éste el boleto en la tarjeta biviaje iba a ser de 2,50 pesos, y el ocasional de 3. Para un primer acuerdo, en esta línea con el edil dela Coalición Cívica-ARIOscar Greppi, el primero quedó en 2,30, y el segundo en 2,75. Y, para financiar la reducción, un toque a la tasa de derecho a espectáculos del Casino Rosario.
