Central Córdoba necesita reencontrarse con el triunfo. Desde hace tres fechas la victoria se le viene negando por distintos motivos: mayormente por fallas aún sin resolver dentro del propio elenco Charrúa y otro poco por mérito del contrario. Y para empezar a levantar cabeza, qué mejor rival que Excursionistas, que perdió cuatro de los últimos cinco compromisos que disputó y que tiene a su entrenador Gustavo Cisneros en la cuerda floja debido a los malos resultados.
Por el momento, la punta del campeonato sigue siendo inalcanzable para Córdoba. Esta ahí nomás, a sólo tres puntos, pero cada vez que la tiene al alcance de la mano, se le termina escurriendo entre los dedos.
Como la increíble victoria que se le escapó ante San Miguel, cuando de ir ganado 2-0 de golpe pasó a estar 2-2. Y hasta terminó cuidando el punto.
Justamente en Los Povorines fue el primer partido de la temporada que el artillero Martín Salinas vio sentado desde el banco de suplentes. Tras el 0-0 ante Deportivo Español, el técnico Jorge Forgués cambió táctica e intérpretes: lo sacó a Salinas para romper el tridente ofensivo y apostó por el ingreso de Nicolás De Bruno como enlace en la mitad de la cancha.
Pero la jugada no salió mejor. Tras el empate con San Miguel se le volvió a escapar otro partido que parecía liquidado (ganaba 1-0 y tenía un hombre más), esta vez ante Midland, nuevamente de visitante.
El Bocha quiso darle rodaje al 3-4-1-2 y tampoco hizo variantes ante Liniers en el último compromiso. Fue más de lo mismo: 0-0 de local y tercer empate consecutivo.
Forgués tenía que hacer algo. Explorar nuevas alternativas y probar distintas variantes para revertir la imagen dejada en las últimas presentaciones.
Y el desgarro de Nico De Bruno le vino como anillo al dedo. Tras la lesión del volante el entrenador retomó el esquema 3-4-3, cambió enganche por delantero, volvió Salinas a la titularidad y fin de la historia.
¿Más de lo mismo? Puede ser, pero al menos metió mano en la alineación en intento por reencontrar una identidad como equipo, esa que necesita cualquiera que aspira a dar batalla durante toda la temporada en busca del único ascenso directo ala B Metropolitana, y que Central Córdoba perdió hace rato.