¿Cómo repercute el Sol en el planeta Tierra? ¿De qué manera puede sacarse mayor provecho de su energía? ¿Podrá reemplazar éste, en parte, a los suministros convencionales de energía? Estas son algunas de las preguntas que los licenciados en Ciencias Físicas Hugo Grossi Gallegos y Raúl Righini intentaron responder a través del Atlas de Energía Solar dela República Argentina.
El Atlas comenzó a editarse en 2007 con distribución gratuita y fue declarado de Interés Cultural y Educativo porla Dirección Generalde Cultura y Educación bonaerense. “La publicación y la distribución gratuita en organismos públicos, profesorados, universidades y bibliotecas, fue la culminación digna por el esfuerzo que el país hizo por conocer su recurso energético en el área solar”, sostuvieron sus creadores. Desde entonces, las mediciones del Atlas son actualizadas sistemáticamente e través de su versión digital en www.gersol.unlu.edu.ar.
“Este Atlas es el cierre de un capítulo de un libro abierto hace algo más de 30 años, cuando en la reunión llevada a cabo en diciembre de 1975 en Vaquerías, Córdoba, personal del Departamento de Radiación Solar y Meteorología de la ex Comisión Nacional de Estudios Geo-Heliofísicos (CNEGH) informó acerca de la idea de montar una Red de Relevamiento de la radiación solar, equipada con instrumental confiable y de bajo costo, que redujera la intervención humana en la adquisición y el procesamiento de los datos. Fue el proyecto que luego recibió el apoyo dela Organizaciónde los Estados Americanos para comenzar a montar sus primeras estaciones en1978”, aseguró Grossi Gallegos a Télam.
¿Por qué es importante el estudio del sol en el país? En general, el Atlas Solar detalla el impacto que los cambios en los niveles de radiación tienen sobre las condiciones climáticas. Pero en términos más particulares, los estudios refieren a la influencia que la radiación solar a nivel de superficie tiene en el rendimiento de las cosechas; la evaluación de la evapotranspiración potencial del suelo y hasta la planificación del secado de productos vegetales.
La publicación está dividida en dos secciones. La primera, a cargo del investigador Grossi Gallegos, presenta las cartas mensuales de irradiación solar global diaria sobre un plano horizontal. En ella se utilizaron datos de archivo “provenientes de mediciones directas del parámetro (28 estaciones piranométricas) o de estimaciones obtenidas a partir de información meteorológica terrestre (24 estaciones heliográficas) o satelital, complementada con la de los países vecinos”. Además, en la edición se asegura que los datos recabados no superan una incerteza del 10 por ciento.
En la segunda sección, Raúl Righini estuvo a cargo del estudio de distribución espacial de la heliofanía efectiva diaria (horas de brillo solar). Este relevamiento fue presentado –además– a través de cartas mensuales que utilizaron técnicas geoestadístcas para interpolar los valores medios mensuales. También se emplearon valores históricos de 131 estaciones de medición dela Argentina, así como también de Brasil, Paraguay y Chile.
“Si bien muchos investigadores directamente relacionados al tema de la energía solar habían conocido nuestros trabajos presentados en reuniones científicas, quedaron, en general, gratamente impresionados y les pareció que venía a llenar un vació en el tema”, indicó Grossi Gallegos.
En cuanto a los objetivos, el investigador sostuvo que para ellos fue “esencial poner a en manos de los usuarios potenciales la información disponible en nuestro país sobre este importante recurso”. Y agregó: “Queremos interesar a las autoridades en la necesidad de continuar con un trabajo de medición que permita mejorar la calidad de estas cartas. Nuestras expectativas recaen en que su distribución gratuita ayudará a un mejor y mayor uso de la energía solar en nuestro país”.
El trabajo fue subsidiado por el Departamento de Ciencias Básicas dela Universidadde Luján, entre otras entidades.