El nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, fue nombrado hoy por el papa Benedicto XVI como su representante en Italia, por lo que dejará el país después del 10 de diciembre. La noticia oficial fue publicada hoy al mediodía en Roma e informada en Buenos Aires a través de la agencia AICA.
Bernardni -de 69 años y decano del cuerpo diplomático- se desempeña como nuncio en Argentina desde el 26 de abril de 2003 y permanecerá en el país hasta después del 10 de diciembre, fecha en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner asuma su segundo mandato presidencial.
Según se informó, tras la ida de Bernardini, la representación pontificia quedará interinamente a cargo de monseñor Robert Murphy, en carácter de encargado de negocios de la nunciatura apostólica en la Argentina.
La ida de Bernardini se suma al recambio de autoridades en la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), cuyo nuevo titular es el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, quien reemplazó al cardenal Jorge Bergoglio, tras seis años al frente del organismo.
El tercer movimiento que se espera para este año en la Iglesia argentina es la renuncia de Bergoglio al arzobispado de Buenos Aires, cuando el 17 de diciembre cumpla los 75 años, la edad establecida por las normas eclesiásticas para retirarse.
No obstante, se especula con que su renuncia no será aceptada inmediatamente por el Vaticano y podría continuar hasta dos años más al frente del arzobispado porteño.
Bernardini, en tanto, deja su cargo en Argentina tras ocho años en los que recorrió íntegramente las 70 diócesis que componen todo el país, defendiendo la figura del Papa y la doctrina de la Iglesia.
Durante su gestión, se erigieron dos nuevas circunscripciones eclesiásticas: la prelatura de Esquel en la provincia del Chubut, y la diócesis de Oberá en la provincia de Misiones, en tanto que desde marzo de 2004, fueron 35 los nuevos obispos nombrados por su gestión en diversas diócesis del país.