Luego de que el gobierno dispusiera restituir a la Fuerza Aérea el control de las operaciones de aviación civil, Aerolíneas Argentinas comenzó a normalizar sus vuelos, que venían sufriendo demoras y cancelaciones por un conflicto gremial.
Ocurre luego de que el secretario de Transportes, Juan Pablo Schiavi, informara que el conflicto del gremio de los técnicos aeronaúticos le significó a la compañía «una pérdida de 20 millones de dólares».
Por su parte, el dirigente de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, sostuvo que se convocó a la protesta porque la aerocomercial incumplió con las medidas de seguridad.
Ayer, en un acto en la ciudad de Ushuaia, la presidente Cristina de Kirchner instó a los sindicalistas a «no boicotear» al país.
«Los dirigentes sindicales deben comprender que no hay mejor manera de defender a los trabajadores que cuidar la fuente de trabajo», advirtió.
«Les pido que tengamos la inmensa responsabilidad de defender lo logrado, que seamos inteligentes, porque si no se terminan frustrando procesos virtuosos en lo económico, político y social. Los convoco a no boicotear la Argentina y a seguir contribuyendo a que la Argentina crezca», agregó.
Hoy, el secretario adjunto de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Rafael Mella, sostuvo que los sindicatos deben tener «una actitud responsable».
De este modo, Mella marcó diferencias con la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que conduce Ricardo Cirielli, que mantiene una conflictiva relación con la empresa estatal.
El gremialista consideró que «cuando un tema se generaliza uno se siente tocado, pero nosotros no nos hacemos cargo, porque tenemos una actitud responsable con todas las empresas y en particular con Aerolíneas, que fue recuperada por el Estado».