El tribunal que condenó a 15 años de prisión al cura Julio César Grassi por abusos sexuales a menores y que dispuso que no fuera arrestado hasta que la sentencia quede firme, analiza ahora una presentación de la Fiscalía y la querella para que el sacerdote sea encarcelado.
Es que, según se denunció, el cura habría violado la orden fijada por la Justicia que le impide ingresar a la Fundación Felices Los Niños, que él mismo creó y en donde se habrían cometido los abusos.
De acuerdo a la investigación que lleva adelante la Justicia en base a la denuncia, el abogado Fernando Burlando, conocido públicamente, habría sido testigo y difusor mediático de ese incumplimiento con la Justicia y por ello ahora se pidió su declaración testimonial.
Hace diez años Grassi fue acusado por un grupo de menores que asistían a su fundación de haberlos abusado sexualmente.
Tras un largo trámite judicial, en junio de 2009 el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo encontró culpable por abuso sexual agravado en dos de los 17 hechos que se le adjudicaban: los que aludían al menor «Gabriel».
Si bien se lo condenó a 15 años de cárcel, el tribunal dispuso que siguiera en libertad hasta que el fallo quedara firme, siempre y cuando cumpliera con ciertas normas, entre las cuales figura la prohibición de acercarse a la Fundación y evitar el contacto con los denunciantes.
Ahora, el abogado Juan Pablo Gallego, uno de los impulsores de la causa contra Grassi y representante legal del Comité por los Derechos del Niño, denunció ante la Justicia que «en una entrevista que dio al diario La Nación en la que hizo gala de sus contactos con el poder, Burlando reveló reuniones con Grassi en la sede de la fundación, en donde el reverendo pedófilo tiene prohibido su ingreso».
Según se explicó, esas reuniones se dieron en el marco de la causa de Candela Rodríguez, la niña de once años que fue secuestrada y asesinada en agosto pasado en Villa Tesei.
«Las condiciones que se le fijaran al condenado Reverendo para beneficiarlo con una injusta situación de libertad, han sido deliberadamente incumplidas y por ende corresponde proceder a su inmediata detención», dijo Gallego.
Gallego denunció también que el pasado 22 de octubre, en un programa televisivo, Grassi trató de «mentiroso» a «Gabriel», uno de los jóvenes que lo denunció por abusos y cuyo caso derivó en la condena.
Ante esos supuestos incumplimientos, Gallego pidió la inmediata detención de Grassi y el allanamiento de su morada, en la quinta «La Blanquita», ubicada a metros de la sede de la fundación.
El planteo fue respaldado hoy por el fiscal Alejandro Varela, que llevó adelante la acusación contra Grassi y que, en este marco, pidió citar a declarar a Burlando y a la periodista que lo entrevistó.
La causa que salpica al cura Grassi por presunto abuso deshonesto y corrupción de menores a los que debía proteger se hizo pública en octubre de 2002, cuando el programa Telenoche Investiga (TI) difundió un informe en el que un menor, identificado como «Gabriel», afirmaba que había sido abusado por el cura cuando él asistía a la Fundación «Felices Los Niños».
Grassi estuvo preso un mes hasta que se dispuso su procesamiento bajo libertad vigilada y ciertas condiciones, mientras siguió avanzando la investigación y se sumaron denuncias de otros menores que, no obstante, fueron desestimadas por el tribunal oral que lo juzgó.