“El Frente Amplio Progresista (FAP) es un espacio político con futuro”, aseguró el intendente Miguel Lifschitz en una entrevista con Télam.
«Si algo quedó demostrado en este proceso electoral es que los opositores a ultranza, la oposición por la oposición misma, no contó con el apoyo de los ciudadanos, incluso el castigo para quiénes extremaron ese tipo de estrategias, quedó planteado en el resultado de las elecciones», enfatizó el intendente rosarino, a menos de un mes de dejar su cargo el 10 de diciembre, en manos de su ex secretaria de Salud y actual diputada socialista Mónica Fein.
Lifschitz consideró que el Frente Amplio «tiene grandes posibilidades de seguir creciendo» y puso de relieve el resultado obtenido por ese espacio en las elecciones de octubre, en las que la fórmula presidencial integrada por el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner y la senadora Norma Morandini, obtuvo poco más del 16 por ciento de los votos.
Ese resultado ubicó a ese espacio integrado por el Partido Socialista, el GEN, Libres del Sur, Buenos Aires para Todos, el Frente Cívico de Córdoba y Unión Popular, como la segunda a nivel nacional detrás del Frente para la Victoria.
Lifschitz atribuyó el crecimiento del Frente Amplio Progresista a «un mayor conocimiento de parte del electorado, que tal vez en la primaria no tuvo posibilidades de conocer a la fórmula y tomar una decisión, y quizás también con algún vuelco de otros que en las primarias habían ido a otras opciones. Creo además que hay un electorado que busca opciones encuadradas dentro de este espectro político».
Respecto de su futuro político, Lifschitz recordó que si bien tiene la responsabilidad de, a partir del 10 de diciembre, «representar al departamento de Rosario en el Senado provincial, anticipó que trabajará «activamente en toda la provincia» y no descartó la posibilidad de disputar una banca para el Congreso de la Nación, al sugerir que «es posible» esa alternativa de cara al 2013.
Evaluó que el Frente Amplio Progresista tiene «mucho futuro», al sostener que «es una perspectiva potencial, que tendrá que ver con la capacidad de consolidar la propuesta a nivel territorial».
Consideró, en ese sentido, que «claramente, a pesar de la gran diferencia con el oficialismo, el FAP es la segunda fuerza a nivel nacional, y quedó como un proyecto político con futuro, a diferencia de otros que, a lo mejor no sacaron demasiada diferencia con nosotros, pero quedaron con muy poca perspectiva de futuro hacia adelante».
A menos de un mes de concluir su mandato, que inició en 2003 cuando fue electo para reemplazar a Binner, y a modo de balance de su gestión, Lifschitz sostuvo que deja la gestión en Rosario «con un posicionamiento de la ciudad muy importante a nivel nacional e internacional y con un fuerte desarrollo turístico y una gran cantidad de planes y obras en marcha que garantizan el futuro de la ciudad».