Un policía de 25 años fue procesado por el homicidio de su cuñado, cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en un basural de la zona oeste en junio pasado, horas después que la familia de la víctima denunciara su desaparición y apuntara contra el novio de la hermana del fallecido. Luego del hallazgo del cadáver, el imputado fue detenido y confesó el crimen, aunque aseguró que se trató de una discusión que subió de tono y terminó con la muerte de su cuñado, a quien sacó de su casa en un auto y lo tiró en un basural. La resolución fue dictada por el Juzgado de Instrucción de la 2ª Nominación e incluye la prisión preventiva del acusado, quien deberá esperar el juicio en prisión.
Sebastián Tedesco tenía 31 años cuando el martes 14 de junio pasado salió de su casa rumbo a la vivienda de su cuñado, ubicada en Santa Fe al 5100, a bordo de su moto Kawasaki Ninja 650, para cobrar una deuda y nada más se supo de él.
Como no regresaba, su familia comenzó a preocuparse y Yesica –hermana de la víctima y novia del victimario– insistió con el imputado para saber que había pasado con su hermano, pero solo recibió respuestas evasivas.
A la mañana siguiente, el padrastro de Sebastián radicó una denuncia por la desaparición del joven y ese mediodía, cuando se estaba entregando el parte de pedido de paradero, apareció el cuerpo mutilado del joven en un relleno sanitario de Presidente Perón al 7900. Casi a la misma hora fue hallada la moto de la víctima, con las llaves puestas, en jurisdicción de la subcomisaría 21ª, en la zona noroeste.
Toda la pesquisa apuntó al agente Maximiliano I., quien se quebró y en sede policial reconoció el crimen. El acusado sostuvo que mató a la víctima en su domicilio y que todo se inició a raíz de una discusión por una deuda económica que derivó en una lucha violenta donde ambos se agredieron.
Luego, el imputado sostuvo que la víctima tomó un cuchillo y él una sartén y un cuchillo, hasta que en un momento Tedesco se le vino encima y el acusado le clavó el arma blanca en el cuello. Maximiliano sostuvo que tras esto entró en pánico y decidió levantar el cuerpo de su cuñado, embolsarlo y arrojarlo en un basural para luego volver a llevarse y abandonar la moto de la víctima con las llaves puestas en otro lugar.
Cuando el acusado fue llevado ante la jueza Alejandra Rodenas, se abstuvo de declarar aunque luego amplió su indagatoria y ratificó parcialmente su versión respecto a la autoría del crimen aunque negó haber cortado o quemado el cuerpo de Tedesco. Además sostuvo que en realidad la discusión no fue por una deuda sino por un negocio que tenían juntos y cuestionó la filmación de su declaración ante la Policía.
De la autopsia al cuerpo surgió que la muerte se produjo en forma violenta por un doble mecanismo constituido por herida de arma blanca en la región cervical y/o traumatismo cráneo encefálico frontal con posterior carbonización parcial o total por sectores. Además, el médico forense constató lesiones con “armas con filo” y que el cuerpo había sido seccionado por acción de un elemento obtuso cortante y arrancamiento.
En su momento, fuentes policiales sostuvieron que el basural contaba con vigilancia privada y que existía un control sobre las personas que ingresan al predio, por lo que estaba descartado que el cuerpo haya sido quemado en el lugar. Por lo que la pesquisa apuntó a que el cuerpo pudo haber estado entero y haya sido descuartizado cuando fue levantado por los responsables de la recolección.
Por su parte, la jueza de instrucción 2ª, Alejandra Rodenas, evaluó todos los elementos probatorios reunidos en la causa y resolvió el procesamiento de Maximiliano I. Para ello tuvo en cuenta las múltiples declaraciones sobre un encuentro entre la victima y el imputado el día del hecho, las comunicaciones telefónicas, los mensajes del celular del imputado, el testimonio de la hermana de Tedesco, los restos de sangre encontrados en el domicilio y auto del imputado, las heridas que sufrió el acusado – que concuerdan con la lucha que reconoció haber tenido con la víctima–, su confesión y el acta del allanamiento a la casa del policía. Además, la magistrada dictó la prisión preventiva del acusado y trabó embargo sobre sus bienes en una suma de 3 mil pesos, por lo que Maximiliano deberá esperar el juicio tras las rejas.