Guillermo Santillán, el tío de Tomás, el niño asesinado la semana pasada en el partido bonaerense de Lincoln, dijo ayer que los familiares están “muy conformes” con la investigación y esperan que cuando estén los resultados de los peritajes se “resuelva” el caso. Fuentes de la investigación informaron a Télam que se aguarda para las próximas horas el informe de los peritos sobre el levantamiento de rastros en los seis vehículos secuestrados, entre ellos el que habría utilizado el acusado Adalberto Cuello, y del análisis de los llamados efectuados y recibidos por el imputado.
Los voceros señalaron que a partir de los resultados de estas medidas el fiscal de la causa, Javier Ochaizpuro, podría ordenar la recepción de nuevas declaraciones testimoniales y allanamientos domiciliarios en busca de más elementos de prueba.
Una de las principales tareas de los pesquisas es chequear la versión aportada por el imputado Cuello, el ex padrastro de Tomás, quien permanece alojado en la Unidad Penal 49 de Junín, ubicada sobre la ruta 7. El defensor oficial de Cuello, Gerardo Doyle, confirmó a Télam que el acusado “negó haber tenido alguna vinculación con la muerte del menor” al ser indagado por el fiscal Ochaizpuro. “Mi defendido aseguró que durante las horas de la desaparición y muerte del niño, él estuvo primero con su pareja, Inés Márquez, y luego fue a visitar a un amigo solo. Y que en ese período realizó y recibió varias llamadas telefónicas de distintas personas”, indicó el abogado. El letrado dijo que “por ahora la defensa de Cuello se sostiene en sus dichos de que él no pudo tener tiempo para cometer el crimen”, aunque aclaró: “Habrá que ver cuando estén los resultados de los peritajes si es necesario cambiar la estrategia”. Para Doyle, la fiscalía “sostiene la imputación en las declaraciones testimoniales de distintas personas del entorno de la ex pareja de Cuello y en el episodio de la semana anterior en el que intervino para defender a Tomás en una pelea con un chico en la puerta del colegio”.
El defensor explicó que el fiscal ahora tiene 15 días ampliables a otros 15 para pedir la prisión preventiva del acusado y en ese momento tendrán “que ver si quedan argumentos para mantener preso a Cuello”.
En ese sentido, el abogado evaluó que dada la gravedad del delito que le imputan a Cuello, homicidio agravado por alevosía, “es muy difícil que un pedido de excarcelación progrese” antes de que se resuelva la situación procesal del acusado.
Por su parte, Santillán contó a Télam que su hermana Leonor, madre de Tomás, está viviendo en la casa de otra de sus hermana “en un pueblo cercano” a Lincoln.
“Ella (por Leonor) está más recompuesta. Está dolorida como toda madre que pierde un hijo pero ya está más calmada y se permite alguna sonrisa si se le hace un chiste”, relató. Sobre la investigación, el tío de Tomás dijo que los familiares están “muy conformes con los avances” que se registraron y que el propio fiscal los “mantiene al tanto”. “Mi hermana ya sabe que en algún momento va a tener que ir a declarar, igual que muchos de nuestra familia, y de a poco va tomando fuerzas”, señaló. Respecto de sobre quién recaen las sospechas, prefirió no nombrar al acusado aunque indicó: “Todos los indicios apuntan a la misma persona y cuando estén los resultados de los peritajes quizás se resuelva el tema”.
Mientras tanto, el homicidio de Tomás seguía siendo ayer el principal tema que ocupaba a la población de Lincoln.
Tomás, de 9 años, fue visto por última vez el martes pasado alrededor de las 12.15, cuando salió de la escuela número 1 de Lincoln rumbo a su casa, pero como nunca llegó su madre hizo la denuncia. Tras dos días de búsqueda, el nene fue hallado muerto en un campo de las afueras de la ciudad. Según el informe preliminar de la autopsia, murió entre las 12 y las 16 del martes a golpes, especialmente en el cráneo. El mismo día del hallazgo del cadáver, Cuello quedó detenido como supuesto autor del crimen.