En medio de las numerosas movilizaciones sociales, el gobierno egipcio presentó su renuncia al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) en el poder desde la caída del presidente Hosni Mubarak en febrero pasado, anunció su portavoz Mohamed Hijazi, citado por la agencia oficial MENA.
Hijazi declaró que la renuncia había sido decidida debido «a las circunstancias difíciles que atraviesa actualmente el país», informó MENA.
El gobierno del primer ministro Esam Sharaf «continuará cumpliendo con la totalidad de sus misiones» hasta que el CSFA «se pronuncie sobre la renuncia», agregó el portavoz.
Desde el sábado pasado 24 personas murieron en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en la simbólica plaza Tahrir de El Cairo y en otras ciudades del país.
Los enfrentamientos tienen lugar a una semana del comienzo de las elecciones legislativas, el próximo 28 de noviembre, que se desarrollarán sobre varios meses.
Los manifestantes exigen el fin del poder militar que se instaló el 11 de febrero tras la renuncia del presidente OSN Mubarak, al que acusan de querer perpetuarse en el poder y mantener el sistema represivo del antiguo régimen.
Esam Sharaf, nombrado al frente del gobierno en marzo pasado, era muy popular en el movimiento pro democracia, pero su imagen se degradó debido a su escaso poder frente a la tutela de las Fuerzas Armadas y la lentitud en aplicar las reformas.