Gustavo Dezotti dejó de ser el mánager dela Lepra. Lanoticia no debería sorprender a nadie, ya que desde hace varios días es un secreto a voces que el Galgo había presentado su dimisión, aunque ahora es la propia dirigencia leprosa la que oficializó que la renuncia será aceptada.
Golpeado por innumerables críticas, muchas surgidas de agrupaciones o sectores ‘oficialistas’ como los Autoconvocados ola Subcomisióndel Hincha, y sintiéndose responsable por este duro momento futbolístico, Dezotti le adelantó a la dirigencia en los últimos días que se iba, algo que reflejó El Ciudadano en su portada de la edición del martes 22.
Y más allá de desmentidas, ayer el presidente Guillermo Lorente mantuvo una charla con el mánager leproso donde escuchó una vez más en la propia voz del Galgo su deseo de dar un paso al costado “sin vuelta atrás”.
Frente a esta situación, que se sumó a la renuncia pública del vicepresidente segundo Eduardo Bermúdez a los manejos futbolísticos, la comisión directiva convocó a una reunión de urgencia para hoy a las 8 y tras este cónclave, habrá una conferencia de prensa donde se oficializará la aceptación de la renuncia del Galgo.
Esta rueda de prensa, anticipada hace algunos días por la propia dirigencia, no tendrá ningún otro anuncio trascendental, como en algún momento se imaginó. La idea de los directivos es aclarar el sinnúmero de versiones que en los últimos días rodean a la entidad del Parque, especialmente en lo referido a Gerardo Martino (ver aparte).
Y además se informará quién se hará cargo en este receso de la búsqueda de los refuerzos, algo que por estos días recayó sobre el presidente Guillermo Lorente y el tesorero Jorge Ricobelli, quienes se reunieron con los directivos de Estudiantes por el pase de Germán Ré.
Ya no está Dezotti, con errores y aciertos. El mánager, que fue una figura importante en el triunfo de esta dirigencia en las elecciones de diciembre de 2008, se fue arreciado por las críticas.
Ahora la dirigencia deberá encontrar el reemplazante para este cargo complicado. O dejar el lugar vacío y hacerse cargo personalmente del tema fútbol en un momento donde las decisiones no son sencillas y no hay margen para fallar.
