Las máximas autoridades provinciales habían confiado hace apenas 48 horas en que esta temporada estival sería más benévola que las precedentes en materia de prestación de servicios, pero los vecinos y comerciantes de los alrededores de Montevideo y Corrientes no se plegaron al optimismo oficial y en la tarde de ayer, cuando ya cargaban con casi siete horas sin energía eléctrica, cortaron con gomas encendidas el tránsito en esa intersección ante la falta de respuesta –se quejaron– por parte dela Empresa Provincialdela Energía(EPE).
La compañía estatal informó que el desperfecto consistió en la avería de un cable subterráneo de media tensión en el microcentro, que abastece a tres subestaciones reductoras a la baja tensión con que se brinda el servicio a los domicilios. Las cuadrillas de redes subterráneas dela EPEarribaron al lugar con sus equipos alrededor de las 17, cuando el humor de los afectados ya no estaba para la espera dócil de la reparación. Los operarios de la empresa tuvieron que utilizar instrumental de medición para precisar el lugar de la falla, y recién entonces empezar a cavar para solucionarla. Al cierre de esta nota, las previsiones eran que la reposición del servicio llegaría a medianoche.
Granjas, quioscos, una heladería que pudo alquilar un grupo electrógeno y además los vecinos de los edificios de la zona, de siete y nueve pisos, varios de ellos mayores, que se quedaron sin poder bajar de, o subir a, sus departamentos. Ésa era la composición del grupo que protestaba impidiendo el paso de los vehículos por calle Montevideo mediante la quema de gomas y el cruce de carteles sobre la acera.
“Pagamos la luz todos los bimestres pero las soluciones no llegan nunca. Todos los años prometen obras para evitar los cortes, dicen que rompen las calles para reparar cables subterráneos y hablan de inversiones pero cuando empiezan los primeros calores otra vez empiezan los cortes”, se quejaba visiblemente molesto uno de los comerciantes. Poco a poco, desde los balcones de los edificios se sumaron al reclamo de reposición del servicio y los reproches ala EPE. Desdeuno de los departamentos, incluso, unos jóvenes buscaron sazonar con algo de picardía el enojo, y con el auxilio de un equipo de música emulaban a todo volumen el jingle del programa de Sergio Lapegüe por el canal TN, salvo que el “prende y apaga” se escuchaba con una leve modificación para poder colarle un insulto dirigido a la distribuidora eléctrica provincial.
“No pude vender nada en toda la tarde, las bebidas se calentaron y ni siquiera pude cortar fiambres, aparte de la mercadería que tengo que desechar por la pérdida de la cadena de frío”, se descargó el dueño de una granja de calle Corrientes. En el local de la resistida cadena cordobesa de heladerías que está a metros de la esquina, sobre Montevideo, sí atinaron a colocar un pequeño grupo electrógeno para que no se le derritieran todas las ganancias del día.
“El verano pasado sufrimos no menos de 15 cortes. Estamos cansados, es la primera vez en 40 años que los vecinos hacen esto. Pero todos llamamos ala EPEy nos dicen que en dos horas lo arreglan, o no dan plazos, o ni siquiera atienden. Por la vía más civilizada no nos llevan el apunte, así que desgraciadamente tenemos que recurrir a esta protesta”, se enojó otro de los comerciantes. “Soy un trabajador, recién vengo del laburo transpirado y no me puedo bañar”, agregó otro hombre. Es que la prolongada falta de energía impidió el funcionamiento de las bombas que llenan los tanques de agua de los edificios. Por el mismo motivo, los ascensores también lucieron como adornos. “Una amiga me llama a cada rato desde un bar cercano, tiene la rodilla operada y me pregunta cuándo vuelve la luz para poder ingresar a su departamento, porque no puede subir escaleras”, fue otro de los inconvenientes narrados. “Cómo no hacen algo, si saben la gran cantidad de edificios que se están construyendo acá en el centro, y que al final los cables no aguantan tanto consumo”, reflexionó otro de los perjudicados por la ausencia del servicio.
Desdela EPEpidieron disculpas a los vecinos por los inconvenientes. Pero éste de ayer, puntualmente, ocurrió a pocos días de que se anunciara un aumento escalonado de las tarifas fundado, precisamente, en la necesidad de poder financiar las obras de infraestructura y el permanente mantenimiento de las redes, muchas de ellas –las del centro rosarino en especial– tienen varias décadas de antigüedad.
