Por Emilia Rebollo.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, puso en marcha la nueva Ley de Costos y Precios Justos, una medida creada para frenar la “especulación” de las empresas y terminar con la inflación galopante, según las propias intenciones del gobierno. Sin embargo, esta intervención en la economía, que despierta incertidumbre entre empresarios y la oposición, ya se hizo sentir en las góndolas de los supermercados por la falta de productos básicos como la leche.
El organismo encargado de la aplicación de esta ley será la nueva Superintendencia Nacional de Costos y Precios Justos (Sundecop), que tendrá el poder de “ejercer la regulación, administración, supervisión, inspección, control y sanciones por parte del Estado a los agentes económicos”. Las compañías que no cumplan con lo exigido –entre las que se encuentran Coca Cola, Alimentos Polar y Nestlé– podrían ser sancionados con el cierre temporal de sus instalaciones o su ocupación.
“Hoy se está aprobando el mecanismo de fiscalización a un conjunto de empresas, métanle bien el ojo. Colgate-Palmolive, por ejemplo, hay que meterle el ojo a esto de las cremas dentales, jabón de baño, desodorante, todo eso”, afirmó Chávez la semana pasada a través de una llamada telefónica.
La normativa prevé además dotar a los consejos comunales, agrupaciones vecinales leales al gobierno, de un poder de supervisión. “Se irá transfiriendo la capacidad de fiscalización a los consejos comunales, de manera que a la larga el pueblo sea el protagonista” del control a las empresas, explicó la presidenta de la Superintendencia de Costos y Precios, Karlin Granadillo.
Además del anuncio de la Ley, el vicepresidente Elías Jaua comunicó el congelamiento de los precios de 19 de los artículos: agua mineral, detergente, papel higiénico, enjuagues bucales. Estos controles no son nuevos, y ya habían comenzado a aplicarse en 2003 a los precios de las carnes, pastas, granos y leche. Precisamente los productos que escasean constantemente. Estas medidas, sin embargo, no impidieron la alta tasa de inflación. En lo que va de 2011, la inflación acumulada es del 22,7 por ciento y al cierre de 2010 fue del 27,5 por ciento, según números oficiales.
Empresarios y economistas consideran que la ley supondrá un nuevo revés para la inversión y la productividad, en un país donde el sector privado es afectado por las expropiaciones y controles de Chávez. “La experiencia ha demostrado que no hay rebaja de la inflación cuando hay control de precios; lo que suele haber son problemas de escasez y Venezuela ya los enfrenta: está casi en un 20 por ciento; es decir, de cada cien de los artículos que entran en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) faltan veinte”, alertó el director de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), José Guerra, al diario El Mundo, de España.
De acuerdo con los últimos informes presentados por Consecomercio y las demás organizaciones económicas nacionales, revelaron que posiblemente la leche desaparezca de manera definitiva, a pesar de los pronósticos positivos del Estado. Lo mismo sucede con el arroz y el aceite, y la gente hace horas de colas en el supermercado para conseguir una ración. La medida, por lo pronto, no ha tenido buenos resultados, y ya genera un mayor desabastecimiento,
De acuerdo con el gobierno, la aplicación de la normativa empezará a surtir efectos positivos en el primer semestre de 2012, año de elecciones presidenciales, en las que Chávez, en el poder desde 1999, aspira a obtener un tercer mandato.
“La Ley de Costos es una herramienta que apunta al acaparamiento y apunta hacia la especulación, pero también se la debe complementar con producción e importaciones buenas”, dijo el presidente del Banco Central, Nelson Merentes, en una entrevista con la televisión estatal. “Lo ideal, y ojalá lo encontremos, es producir todo lo que consumimos”, concluyó.