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Ricos, pobres y cambio climático

Países en desarrollo y naciones industrializadas enfrentaron ayer sus posiciones en torno al segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto, que vence en diciembre de 2012, el tema crucial de la XVII conferencia ambiental de la ONU, que se realiza en Durban hasta mañana, con la presencia de delegados de más de 190 países.

Países en desarrollo y naciones industrializadas enfrentaron ayer sus posiciones en torno al segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto, que vence en diciembre de 2012, el tema crucial dela XVIIconferencia ambiental dela ONU, que se realiza en Durban hasta mañana, con la presencia de delegados de más de 190 países.

“No es ético ni útil que mientras unos países protejan sus bosques, cuiden sus fuentes de agua y reduzcan emisiones de gases de efecto invernadero, otras naciones lucren o registren a su nombre ese esfuerzo ajeno”, dijo el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, en su discurso ante los 15.000 delegados presentes.

El vicepresidente boliviano sostuvo: “Esta hipocresía mercantilizada debe terminar. Todos somos responsables del destino del planeta, pero sólo unos pocos países altamente industrializados son los culpables del irreversible cambio climático y deben asumir las consecuencias de sus actos”.

“Sólo un segundo período de compromisos de reducción de emisiones y la defensa dela Convención Marcode Naciones Unidas sobre Cambio Climático pueden iluminar una ruta que salve a la humanidad del desastre medioambiental”, afirmó.

García Linera recordó “el rechazo de Estados Unidos a firmar los tibios acuerdos de Kyoto, los fracasos de Copenhague, de Cancún, y la ausencia en esta reunión de los líderes de las economías más destructivas” lo que “hace pensar que la sensatez histórica ha sido derrotada por la anarquía de los intereses de las empresas”.

En la misma línea se expresó el canciller Apisai Ielemia, de Tuvalu, un territorio insular del Pacífico que se quedó prácticamente sin agua potable. “La comunidad internacional debe tomar medidas inmediatas, ahora, no mañana, ni en 2015, ni en2020”, dijo.

Apisai alertó sobre el peligro de que el aumento del nivel del mar pueda hundir a su país y “borrarlo del mapa”, aunque aclaró que su preocupación no se limita a estas situaciones.

“Antes de venir, mi gobierno declaró el estado de emergencia porque estamos sufriendo la peor sequía que se conoce en nuestro país: hemos tenido que importar agua dulce y establecer centrales para desalinizar la de mar”, dijo el diplomático.

Por su parte, el vicepresidente iraní Mohammad Java Mohammadi, recordó que las emisiones globales de anhídrido carbónico siguen aumentando y “un 80 por ciento las emiten 19 países del planeta”.

“Los países del Anexo 1 del Protocolo de Kyoto no han cumplido con el primer período de compromisos y no quieren un segundo”, dijo Mohammadi, citado por la agencia de noticias Prensa Latina.

En igual sentido se pronunciaron los representantes de Niue, Comoras y Belice, entre otros jefes de delegaciones, en sintonía con la postura del Grupo de los 77 más China.

En la vereda opuesta, Canadá reafirmó su voluntad de seguir la postura de Estados Unidos, que no reconoce el pacto de reducción de emisiones acordado en Kyoto.

“Kyoto pasó a la historia, hemos dicho que no nos embarcaremos en un segundo período de compromisos”, afirmó en el plenario el ministro canadiense de Medio Ambiente, Peter Kent.

El funcionario canadiense recordó que Estados Unidos es su vecino y socio comercial más importante, y alegó que su país tiene deseos de encontrar soluciones “constructivas”, en función de un nuevo acuerdo internacional.

El gobierno japonés también dijo que no participará en un segundo período de compromisos u otros arreglos equivalentes a ese documento, porque “no contribuye a establecer un marco exhaustivo para el futuro”.

Sin embargo, se pronunció por seguir con los instrumentos de flexibilidad existentes en el Protocolo de Kyoto, como el mecanismo de desarrollo limpio, que concede facilidades a los países desarrollados para negociar el mercado de carbono.

La conferencia ambiental de Naciones Unidas concluirá mañana, luego de dos semanas de debate sobre temas cruciales, entre ellos la necesidad de nuevos y más ambiciosos compromisos de mitigación por las naciones industrializadas.

Otro de los asuntos que generan controversia es la puesta en operación del Fondo Verde del Clima, de 100.000 millones de dólares acordado en la cumbre de Cancún en 2010, que es criticado por no mostrar claramente cuáles serían las fuentes de financiamiento.

Ayer los negociadores en la cumbre –el grupo de acción a largo plazo– presentaron un documento en el que proponen un impuesto a las emisiones de carbono por el transporte, que proporcionará unos 10.000 millones de dólares al año que se destinarían a ese fondo.

Además, el texto llama a limitar el calentamiento global “por debajo de 1,5 grado centígrado”, frente a los 2 grados de los que se había hablado en las cumbres previas, informó la agencia de noticias DPA.

Sin embargo, el programa medioambiental dela ONUadvirtió que el mundo se dirige hacia un calentamiento de 4 grados en el próximo siglo, incluso cumpliendo las promesas vinculantes y voluntarias de reducción de emisiones.

El secretario general dela ONU, Ban Ki Moon, rebajó anteayer las expectativas de la cumbre, alegando que la crisis financiera mundial es un gran obstáculo en los esfuerzos por proteger el clima.

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