Bajo el título «Giro hondo» con recitados de Tom Lupo y la musicalización de León Gieco y el tecladista Luis Gurevich editaron esta semana un disco sobre poemas del recordado poeta Oliverio Girondo (17 de agosto 1891- 24 de enero 1967).
El ambicioso álbum incluye obras de los libros «Veinte poemas para ser leídos en el tranvía», «Calcomanías» y «Espantapájaros» entre otros.
Tom Lupo es uno de los destacados recitadores de poesía de nuestro país. Ha realizado numerosos recitales del género, tanto en Buenos Aires como en distintas provincias y hace décadas que lo hace, desde sus programas de radio.
Hace algunos años realizó un CD de poesía, “En mi propia lengua”, musicalizado por Fernando Samalea entre otros músicos y con un repertorio de diferentes poetas de lengua castellana.
Esta vez, hay un solo protagonista: Oliverio Girondo, que según destacan algunos críticos, «cada día escribe mejor».
Son 16 poemas de Girondo con música de Gieco y Gurevich, quienes hicieron un sutil trabajo para que la voz del poema fuera la protagonista.
En algunos casos eligieron el silencio como acompañante a las palabras. En el poema Exvoto, (el que comienza diciendo “Las chicas de Flores…”), utilizaron un tango de Roberto Firpo, compuesto en la misma época en que Girondo escribía y en dos poemas, se hizo cargo de la música y de la interpretación Joana Gieco, hija de León.
Hay desde especialistas hasta estudiosos, críticos literarios y lectores amateur que argumentan que la poesía alcanza su real dimensión cuando se la escucha y esta placa es un ejemplo.