No es la primera vez que el peregrinar de un ícono, una reliquia religiosa, sirve para narrar la historia de una comunidad de creyentes, en este caso la dela Iglesia CatólicaOrtodoxa de Antioquia. Sin embargo, en esta oportunidad, la historia de un iconostasio, que se relaciona con la de un ícono, convoca al conjunto de fieles dela Iglesiade Antioquia que en el país está encarnada por una parte importante de inmigrantes sirios y libaneses, además de rusos y griegos, entre otros, que mantuvieron sus prácticas en tierras criollas al menos desde el siglo XIX. En Rosario, la comunidad tiene el templo ortodoxo San Jorge, en Italia 1143, del padre Alejandro Saba. Durante noviembre, la parroquia fue visitada por monseñor Siluan Muci, metropolita dela Iglesia CatólicaApostólica Ortodoxa de Antioquia enla República Argentina.
Monseñor Siluan es hijo de madre siria y de padre libanés, y nació en Venezuela, donde fue criado y formado como ingeniero tras lo cual decidió elegir su camino pastoral. Por esa vía llegó al país hace casi cinco años y posteriormente se trasladó a Rosario. Al mismo tiempo, y entrevistado por El Ciudadano, el religioso dio sus impresiones acerca de cómo se observa la religión en un lugar, su tierra natal, en el que confluyen distintas creencias, así como los conflictos que se generan en torno a ello.
“Mi viaje se realizó gracias a la imagen de Santa María Magdalena. La misma forma parte de un iconostasio que proviene de Madrid, en la que se puede ver ala Santay tiene por lo menos 200 años –expresó–. Por razones que desconocemos, esa iglesia fue cerrada a fines del siglo XIX y mandaron todo esto a Buenos Aires, ala Catedraldela Iglesia OrtodoxaRusa dela Santísima Trinidadpor error. Cuando llegó de Rusia el iconostasio, que habían pedido, éste vino a parar a la parroquia de Rosario. Mientras tanto, en los últimos años el gobierno de la ciudad de Madrid donó una parcela para la construcción de la iglesia de Santa María Magdalena y la comunidad madrileña de nuestra iglesia pidió si le podíamos enviar este iconostasio. Con el padre Alejandro hicimos todos los trámites y creemos que estaría llegando en estas semanas. Yo tenía programado en el viaje a nuestro sínodo en El Líbano pasar por Madrid para recibirlo allá”, contó Monseñor Siluan.
España no fue el único destino de Monseñor Siluan Muci, sino que antes pasó por el Monasterio de Simono Petras del Monte Athos, un centro de peregrinación importante parala Iglesiade Antioquia.
“Realicé mi viaje pero antes pasé por Grecia y fui a visitar a nuestra iglesia que se encuentra en el Monte Athos, en el monasterio donde está la reliquia de María Magdalena, que es su mano izquierda que es incorruptible, es decir, permanece con su piel, los huesos y a una temperatura de 37º como si perteneciera a una persona viva. Allí pensé en pedirle una bendición para la parroquia de Rosario. Entonces para la iglesia rosarina me dieron este ícono, también de María Magdalena (ver recuadro). Así fue que pasé por Madrid y como no había llegado aún la imagen que le habíamos enviado desde Rosario, realicé una celebración con este ícono que ahora traigo a Santa Fe. En ese sentido, me pareció bueno compartir la experiencia con la comunidad santafesina, esta historia de Santa María Magdalena, esta bendición, repartiéndola en nuestras parroquias. Esto nos sirve para recrear, conocer, el origen de Santa María Magdalena, qué tenía y qué tiene hoy. Por eso pensé que esto va a ser algo muy lindo porque en esta región del mundo, el cristianismo no tiene mucho tiempo, son apenas 400 o 500 años. Santa María Magdalena fue la primera persona que vio al Señor (Jesucristo) resucitado entre los muertos y les dio la buena noticia a los apóstoles. Relacionar esto con el Nuevo Testamento, con la vida del Señor es oportuno acá donde se habla de tantas cosas. Las raíces históricas provienen de otro lugar. Pensé que por lo que salió en novelas y películas sobre María Magdalena, sería oportuno decir la verdad y no lo que a veces los novelistas y los productores creen que pueden contar”, relató Siluan.
—La Iglesia de Antioquia está situada en un lugar de tensiones religiosas, ¿cómo viven ustedes esas cuestiones?
—Ese lugar es la cuna de las civilizaciones y también es la cuna del monoteísmo porque de allí surgió el judaísmo, el cristianismo y el islamismo. Estas religiones compartieron desde hace mucho el mismo espacio y lo que las precedió, es decir antiguas civilizaciones, tradiciones, culturas. Estas religiones convivieron a veces mejor y otras veces peor. Creo que hay una buena convivencia. Los cristianos allí supieron hacerla realidad porque son una minoría. Hace varios siglos también fueron los protagonistas del renacimiento del mundo musulmán y aceptaron las transformaciones que ello trajo aparejado. Con los judíos hubo una buena convivencia hasta 1948, cuando empieza la creación del Estado de Israel y la posterior injusticia política contra el pueblo palestino, y luego la ocupación de los territorios árabes de El Líbano, de Siria y de Egipto. Por ello, esta convivencia fue perturbada. Enla Argentinala convivencia se produjo de forma muy natural. Acá los judíos, cristianos y musulmanes convivieron dentro de instituciones como el club Sirio-Libanés, ya que personas de las tres religiones eran socias de esa institución. Hasta 1948, cuando los socios judíos comenzaron a retirarse de la colectividad sirio-libanesa. Por ello recalco que este tipo de instituciones, como las regiones de Asia menor, no eran únicamente cristianas o musulmanas. También había judíos y todos convivieron.
—¿Qué opinión tiene sobre el conflicto entre Israel y Palestina?
—Es un tema netamente político y no religioso. Se trata de un derecho de pueblos y en esta instancia del pueblo palestino, de la posibilidad de existir, de tener su propio Estado. Organizarse es importante para ellos. Este reclamo lleva ya 70 años e influye en los países limítrofes. El Estado de Israel quiere deformar este conflicto como si fuera religioso, entre musulmanes y judíos, pero la esencia del debate es política.
—¿Qué piensa de la llamada “primavera árabe”?
—Lo que surgió en 2011 en los países árabes que se inició en Egipto, Túnez y después en Siria, difiere en sus características de un lugar, de un país a otro. Es cierto que existe una necesidad de reformas políticas y económicas en los países árabes. Lo que no es bueno en este movimiento es la pretensión de Occidente de ser el que quiere promover la democracia y la libertad en estos países. Hay que recordar que los países occidentales apoyaron a estos dirigentes que ahora ven como dictadores. Antes eran amigos y hoy son enemigos. El tema es que los quieren cambiar únicamente por razones e intereses políticos y económicos y no por hermandad con los pueblos árabes. Creo que deben ser los propios pueblos árabes quienes sean los protagonistas en construir su presente y su futuro, en realizar las reformas. Es cierto que todo apoyo puede ser favorable pero debe ser entre hermanos. Ya sabemos que los poderes no son caridad.
—¿Se puede ser árabe y ser cristiano a la vez?
—Sí. ¿Dónde nació Cristo? El cristianismo es anterior al islamismo y no somos nosotros huéspedes en la tierra del Islam. Somos anteriores y había tribus árabes que eran cristianas. La confusión que se presenta hoy es promover al mundo árabe como si fuera netamente musulmán y no es así. Hay muchos musulmanes que son árabes pero también hay muchos más creyentes en el islamismo que no pertenecen al mundo árabe. Al mismo tiempo, no todos los árabes son musulmanes porque hay cristianos y judíos también.