Un matrimonio de jubilados italianos fue hallado asesinado en su vivienda de la localidad bonaerense de Tandil. Por el hecho, la policía demoró a un comerciante que aparentemente les debía dinero.
Los cuerpos de Antonio Bravata y Francesca Crocci fueron descubiertos anoche, cerca de las 22, por un estudiante oriundo de Olavarría que alquilaba una pieza a la pareja y que al ingresar se encontró con manchas de sangre a lo largo de todo el pasillo de la propiedad.
Las víctimas, de 60 años, vivían en un chalet situado en 14 de Julio 134, y el muchacho los halló tirados en el living, donde se constató que estaban todos los objetos de valor en su lugar, entre ellos televisores LCD, equipos de audio y otros bienes.
Por esa razón, y debido a que estaba todo ordenado y ninguna cerradura violentada, los investigadores descartaron en principio que el móvil del doble asesinato haya sido un robo y tras las primeras averiguaciones la pesquisa se encaminó hacia un único sospechoso.
Se trata de un comerciante de 43 años que se dedica al mantenimiento de piletas, que sería la última persona con la que se vio al hombre italiano en la casa, y quien aparentemente tendría diferencias con él por un préstamo de dinero, aseguraron las fuentes consultadas.
Por orden del fiscal de Tandil Luis Piotti, el sospechoso, cuya identidad no fue proporcionada, fue aprehendido esta mañana en su casa y si bien intentó escapar en un auto, policías locales lo detuvieron.
El hombre quedó alojado en la Jefatura Departamental de ese mismo distrito a la espera de ser trasladado en las próximas horas a la fiscalía para su declaración indagatoria.
Según los primeros estudios realizados por los médicos forenses, los homicidios se produjeron entre el miércoles y el jueves último, pero el joven que alquilaba la habitación los descubrió anoche porque había estado de viaje en Olavarría.
Los pesquisas afirmaron que la pareja presentaba golpes en la cabeza y que en la casa se secuestró un martillo que ahora será sometido a peritajes para determinar si fue usado para cometer los homicidios.
En principio, los primeros policías que llegaron a la vivienda pensaron que el matrimonio había muerto de otra manera, ya que se sentía un fuerte olor a gas que obligó a cerrar una llave desde la calle antes de ingresar a la propiedad.
La pareja italiana vivía en Tandil desde mediados de 2009 y si bien los vecinos sabían poco sobre sus vidas, fuentes de la investigación dijeron a Télam que el hombre se dedicaba a otorgar préstamos y el crimen está vinculado a esa actividad.
«Nosotros consideramos el hecho esclarecido, aunque ahora hay que recolectar varias pruebas más», dijo un jefe de la investigación.
En tanto, se trata de determinar qué relación tiene con el matrimonio un hombre que también es de nacionalidad italiana y que está detenido en la cárcel de Ezeiza porque pesa en su contra un pedido de extradición de la Justicia de Canadá.
Incluso, un auto que fue encontrado en el garage de la casa de la pareja es de propiedad del preso y es uno de los elementos que no fueron robados de la casa, un chalet de dos plantas, patio y un quincho en la parte trasera.