Un repaso de 2011, año teñido con el protagonismo de las fuerzas políticas del país por las elecciones presidenciales, donde alianzas y rupturas establecieron nuevos contornos para las principales figuras, no puede estar exento de una mirada sobre el actual escenario nacional. En ese contexto, y tras haber obtenido el segundo lugar en los comicios del 23 de octubre, el Frente Amplio Progresista (FAP) pone ahora la mirada en 2015 y busca posicionarse como espacio política alternativo al oficialismo, proyectando la figura del ex gobernador santafesino Hermes Binner.
Con dos gestiones como intendente de Rosario y una como gobernador de Santa Fe en su haber, Binner consiguió en los comicios erigir al FAP como alternativa electoral y, con el 17 por ciento de los votos relegó a un tercer puesto al radicalismo, que consiguió apenas el 11.
Con pretensiones de revalidar este resultado en las legislativas del 2013, Binner podría encabezar la lista de diputados nacionales por Santa Fe, y conseguir así la proyección necesaria para encarar las presidenciales de 2015.
La consolidación del FAP, que incluye al socialismo, al GEN, al juecismo de Córdoba y a Unidad Popular de Víctor De Gennaro, tuvo como disparador el frustrado acuerdo nacional entre el Partido Socialista y la UCR en junio de este año.
Entre marzo y mayo, Binner y el candidato radical Ricardo Alfonsín habían coqueteado con la posibilidad de sellar una fórmula presidencial, pero el acercamiento de la UCR al peronismo disidente de Francisco de Narváez marcó un límite para Margarita Stolbizer y Luis Juez, aliados de Binner.
En paralelo, el máximo referente de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, dio el salto al distrito porteño para competir por la jefatura de Gobierno de la ciudad, tras haber declinado su candidatura presidencial.
Las primarias de mayo en Santa Fe consagraron la candidatura a gobernador del ministro de Gobierno socialista Antonio Bonfatti y, tras una interna con el senador nacional Rubén Giustiniani, la imagen de Binner se fortaleció, mientras se hacía notoria la agonía de las tratativas con la UCR.
Las rupturas y acuerdos en la centroizquierda se precipitaron a mitad de año: el 15 de junio Solanas dio un portazo al FAP, privilegió su alianza con el MST y anunció casi en soledad la candidatura presidencial de su mano derecha Alcira Argumedo, molesto por la acotada presencia que Binner y Stolbizer le reservaron a Proyecto Sur en el frente. Esa decisión le valió a Solanas la pérdida de un socio histórico, Claudio Lozano (Buenos Aires para Todos), y de los aliados Humberto Tumini (Libres del Sur) y Víctor De Gennaro (Unidad Popular), además de otras fuerzas provinciales, que se encolumnaron detrás de Binner.
El ex mandatario socialista revalidó títulos en los comicios provinciales del 24 de julio, cuando su delfín Bonfatti se impuso como gobernador de Santa Fe con el 38,7 por ciento de los votos.
Sin embargo, Binner no cuenta en este momento con cargos ejecutivos ni legislativos que le den visibilidad nacional, por lo que se ve obligado a competir en el 2013 para llegar mejor posicionado a las presidenciales que se desarrollarán dos años después.
Con ese desafío, el socialista aspira a consolidar su fuerza como una “real alternativa de poder” y, para eso, deberá institucionalizar el espacio y profundizar el armado territorial en las principales provincias.