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Triple crimen, saga de terror

Determinan que ataque anterior a la agresión sobre el Hijo del Quemado desencadenó la saga fatal.

Tres pibes de un barrio, lejanos a cualquier hecho delictivo, fueron masacrados. Antes, una seguidilla de vueltos que crean alerta y llaman la atención: un pibe de la villa Moreno, integrante de la barra de Newell’s, baleado en las piernas y luego otro integrante de la pesada leprosa en un BMW propiedad de un abogado rociado a balazos. Lo último, el triple crimen: una posible venganza desmesurada con un blanco equivocado. También, un ingreso en el Heca que no registrala Policía. Lasvíctimas, los tres primeros jóvenes masacrados en el 2012: asesinatos que se suman a otros dos en las primeras horas del año y que prometen no bajar el promedio de las 170 muertes que engrosaron la estadísticas de 2011 y que tienen a los ajustes de cuentas y la violencia familiar como el móvil más común.

Jeremías Trasante, de 17 años, Adrián Rodríguez, de 20, y Claudio Suárez, de 19, “eran tres compañeros de nuestro movimiento, tres referentes fuertes de nuestro movimiento”, dijo ayer Pedro Salinas, del movimiento 26 de Junio en el Frente Darío Santillán  En diálogo con El Ciudadano sostuvo que los tres jóvenes muertos eran parte de esa agrupación y que los sicarios masacraron a tres pibes de familia que trabajaban todos los días para llevar adelante proyectos comunitarios que incluían a la juventud del barrio. En un comunicado, aclaran que ninguno de los fallecidos tenía antecedentes penales, que no estaban armados y que no existió un enfrentamiento. Jere, Mono y Patón, como eran conocidas en el barrio las víctimas, junto con el resto de sus compañeros, habían realizado algunos sueños como la construcción del local propio, la refacción de una cancha de fútbol y después de mucho trabajo lograron recaudar el dinero para viajar a un campamento nacional de jóvenes. En febrero, contó Salinas, pensaban arrancar con los ensayos de una banda de cumbia, proyecto que entusiasmaba mucho a Patón, uno de los primeros integrantes del movimiento en el barrio. Jere, Mono y Patón fueron el blanco equivocado de una seguidilla de venganzas entre grupos rivales.

Los pesquisas inician la seguidilla de balas el 29 de diciembre, cuando Facundo O., un pibe de 18 años apodado Facu y a quien vinculan con la actual barra brava de Newell’s, fue baleado en las piernas a pocos metros de su casa, en  Dorrego al 4000.La Policíaasegura que los testigos endilgan el ataque a Maximiliano R. y sospechan que en represalia por ese hecho fue atacado a balazos durante la madrugada del 1º de enero.  A Maximiliano, conocido como Maxi o Hijo del Quemado e integrante de otra facción de la barra brava leprosa, le balearon el auto en el que viajaba junto a su novia. Este joven en algún momento fue lugarteniente del actual líder de la barra de Newell’s Diego Ochoa, alias Panadero, aunque tras la golpiza que éste sufrió en plena tribuna cambió de bando. De este ataque sobre el Hijo del Quemado se desprenden dos hechos poco usuales. El auto en que viajaba era un BMW cuyo propietario aseguró que se lo vendió a un conocido penalista de la ciudad. Con ese auto y gravemente herido Maxi llegó al Heca, acompañado de un amigo apodado Teletubi y a quien sindican como integrante de la llamada Banda de los Monos –con participación en una facción de la barra leprosa–. Desde la pesquisa que encabeza el Juzgado de Instrucción 8ª en turno dicen que de esa situación no hay constancia en el libro de la guardia policial , por lo que el agente que estaba a cargo fue acusado de encubrimiento y pasado a disponibilidad. Anoche le tomaron interrogatorio sumario enla División Judicialesy el juez ordenó su libertad.

El triple crimen

Después del ataque sobre Maxi y según sospechala Policíaen represalia por esa agresión, tres hombres fueron a la canchita de fútbol de Presidente Quintana y Dorrego, en busca de Ezequiel V., alias Negro, un joven que vive a escasos metros del lugar donde asesinaron a los tres pibes y a quien apuntan como instigador de la balacera sobre el Hijo del Quemado en represalia por el ataque sobre Facu.

“Se creyeron que eran soldados del Negro Ezequiel y no tenían nada que ver”, dijeron los vecinos sobre las víctimas. Incluso detallaron que las mujeres que resultaron heridas en la balacera estaban en la puerta de la casa de Ezequiel. Este joven era buscado anoche intensamente porla Policíapor la balacera contra el hijo del Quemado, que seguía internado en el Heca, aunque ayer su estado era favorable, lo que le permitió declarar.

El abogado de Maxi, Carlos Varela, aseguró que su cliente no pudo distinguir a quienes lo balearon y sólo dijo que eran personas que se movían en una moto. “Contó que una moto con dos personas se le puso a la par y que la persona que iba como acompañante le disparó. Después, no recuerda nada más, ni siquiera cómo llegó al hospital”, detalló Varela. Y negó cualquier vinculación de su cliente con el ataque sobre los otros tres pibes. Tras la declaración del Hijo del Quemado,la Justiciadispuso la imputación sobre su novia por encubrimiento. Ayer, según trascendió, tambiénla Policíabuscaba al abogado a quien se le atribuye la propiedad del auto para que declarara y se libraron varias órdenes de detención. Además de la que ya pesaba sobre Damián S, alias Damiancito, cuyo domicilio fue allanado,la Policíabuscaba al padre de Maxi, apodado Quemado, ubicado por un testigo en la escena del triple crimen. Igualmente declaró un cuarto joven del barrio que acompañaba a las víctimas y que sobrevivió de milagro. Pero todo giró en torno de un fuerte hermetismo judicial y policial, ya que los pesquisas declinaron brindar mayores precisiones en plena investigación.

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