La batería de ediciones predictivas que anualmente reciben el año depara para 2012 una serie de discursos apocalípticos: calendarios y horóscopos de Oriente y Occidente vaticinan un movido final de ciclo o de era, donde los tiempos planetarios se aceleran, aunque el fin del mundo no figura entre los pronósticos.
El año del Dragón para los chinos, el del Mago para los mayas o del Toro para los occidentales trae aparejada la continuidad de las crisis socioeconómicas y los cambios climáticos y geofísicos que se vienen registrando alrededor del globo, más cerca de transformaciones radicales y nuevos paradigmas que de ultimátums fatalistas.
Se trata de “manifestaciones que se vienen intensificando desde hace veinticinco años y que comenzarán a declinar cerca de 2019, algo que también pueden apuntar o prever estudiosos de ciencias naturales y duras”, sintetiza Federico de Robertis, autor del Calendario maya 2012, editado por Vergara.
“Las recetas contra las «malas vibras» varían según la editorial y el ojo del especialista: mantras, hechizos, rituales o cursos de feng shui y tarot son algunas de las opciones «protectivas» que llegan de la mano de animales fantásticos, domésticos y salvajes, figuras arquetípicas, estrellas y planetas.
Astrólogos y estudiosos del zodíaco, el horóscopo chino y el calendario maya traen propuestas que van desde entonar mantras a usar velas plateadas para atraer el amor o algo rojo para recibir el año lunar oriental este 13 de enero, hasta por dónde entrar y salir de casa según la energía de cada día que, en esto hay consenso general, alcanzará su punto más oscuro entre octubre y noviembre próximos.
De Robertis no habla de profecías ni predicciones sino de prevenciones: “El momento ha llegado y hay que mantenerse unido, ésa es la consigna para 2012, un año que nos recibirá transitando «la gran noche oscura»“, dispara.
Se trata de “la última etapa de un ciclo largo de 26.000 años que culmina entre el 21 y 23 de diciembre y marca el pasaje hacia nuevos sistemas de ideas; diferentes al capitalismo, el poder monopólico, el odio desmedido, las guerras”, ejemplifica.
“Yo diría que es un fin del mundo materialista que da paso al comienzo de un ciclo más saludable –reflexiona–. Vamos hacia un amanecer de la conciencia, un camino lumínico nuevo, evolución pura y proceso mediante para alcanzarla durante el cual colapsarán los viejos sistemas, algo que ya viene ocurriendo, para dejar paso a nuevos actores y convenciones sociales”.
El desafío, para los que viven en grandes ciudades especialmente, es “crear su propio ecosistema interno hasta alcanzar la calma. Y los mantras (frase, palabra o sílaba sagrada que se repite para meditar o invocar la divinidad) ayudan en ese camino sin aislarse ni alienarse”, grafica.
Esta nueva era “implica un cambio de paradigma, de chip, con pensamientos positivos, alentadores y proactivos. La más fuerte amenaza está en la cabeza de uno, que es donde se reproduce un sistema u otro”, afirma.
Sólo los que se inclinan hacia lo apocalíptico hablan de fin de mundo. Pero De Robertis aclara que “el calendario maya no termina en 2012. Vuelve a empezar porque es cíclico, mensurable y espiralado”.
Ese sistema de distribución de tiempo es un medidor de ciclos antihorarios diferentes a los marcados por el reloj y el almanaque gregoriano. “El tiempo para los mayas es universal e incide en el microcosmos”, asevera.
Para este estudioso “la diferencia con la astrología convencional es que mientras ésta puede verse como una fotografía dela Tierraen determinado momento, la ciencia maya vería como una panorámica universal dondela Tierrano es el centro”.
“El calendario gregoriano tiene un año bisiesto cada cuatro y meses irregulares con nombres vacíos de sentido –octubre viene de octo, ocho y es el mes número diez, ejemplifica–, mientras que los mayas tienen un año de 364 días dividido en trece lunas de veintiocho días (el mismo ciclo de las mareas y la fertilidad femenina), al que suman un «día verde o fuera del tiempo» destinado a la purificación, que cada 25 de julio marca el fin de año, para comenzar el 26 armonizados”.
Hechizos y conjuras
A todo esto, Jimena Latorre, autora de las Predicciones 2012 de Grijalbo, recuenta mes a mes los días más significativos para cada signo y anticipa predicciones 2013, descontando que 2012 no será el final.
Al curso rápido de tarot suma un apartado de hechizos que incluye conjuros protectivos para los viernes 13 de enero, abril y julio y un martes de noviembre, muy cercano ala Nochede Brujas, en el que recomienda no tomar decisiones trascendentales porque pueden tener un fuerte impacto kármico.
Apelación al feng shui
El año comienza más tarde, en tanto, para Mónica y Bruno Koppel, los autores del libro 2012, año del dragón de agua que editó Aguilar, en el que inician sus vaticinios a partir del 4 de febrero, cuando los chinos reciben el año 4710.
Los Koppel proponen distintas posibilidades a partir del feng shui para contrarrestar las vibraciones que este año traerán estrellas negativas y generadoras de los cambios drásticos del horóscopo chino y proponen evitar peleas y conflictos.
Para pasarlo mejor
Finalmente, Susy Forte, responsable de las Predicciones 2012 editadas por Emecé, prefiere hablar de “una nueva edad planetaria” y para facilitar ese tránsito propone una serie de “tips” signo por signo, repasando “frases clave”, atributos, dones, virtudes y defectos, y piedras, colores, flores y metales que fortalecen a cada signo.