El abogado de Daniel Sfeir, esposo de la docente Silvia Prigent, hallada asesinada de dos balazos en un descampado del partido bonaerense de Tigre el domingo último tras permanecer diez días desaparecida, sugirió que el crimen podría haber sido cometido por una mafia relacionada con las empresas de recolección de residuos.
El letrado Marcelo Adamoli sostuvo que Sfeir, que se desempeña en ese rubro, “había recibido amedrentamientos e intimidaciones” de sectores que intentarían sacarlo del negocio.
“Tenemos que investigar por el lado del negocio del señor Sfeir, que es el de la recolección y reciclado de basura en una zona de alto poder adquisitivo de zona norte”, expresó el abogado al referirse al caso.
En ese sentido, sostuvo, en declaraciones a Canal 26, que “la muerte de la desafortunada Silvia es una muerte con señales y realizada por un sicario. A Daniel Sfeir lo quieren sacar de la cancha, de su negocio”.
“Una persona ejecutada, de rodillas y con dos balazos de calibre 38 en la cabeza. Evidentemente, no fue un asesinato común para una maestra de colegio”, agregó el abogado.
Adamoli indicó que en los próximo días va a presentar documentación a la causa con los nombres de “empresas ilegales o truchas que han intentado competir y que en algún momento le quitaron clientes” a Sfeir. El abogado dijo que su cliente recordó algunos episodios de intimidación, como por ejemplo el hecho de haber sido perseguido con un auto, y mencionó el nombre de fantasía de una empresa en particular.
Al respecto, Adamoli dijo que Sfeir, en su momento, no hizo ninguna presentación judicial al respecto porque “no se sintió con temor real”.
En tanto, los investigadores del crimen dijeron estar “prácticamente seguros” de que el lugar del hallazgo es “primario”, es decir, que la docente fue ejecutada en el predio cercano a la ruta 26, en el límite entre Tigre y Escobar. Además, aseguraron que continúan las diligencias en procura de localizar el arma homicida.
Los voceros aseguraron que ayer se realizó un peritaje de visibilidad que concluyó que el descampado ubicado a la vera de la ruta 26, donde fue encontrado el cadáver de la docente, es un lugar “óptimo” para cometer el crimen.
Es que, de acuerdo a las fuentes, en ese sector había tres faros de luz pero que no funcionaban y, además, la visibilidad nocturna allí no supera los10 metros.
Los pesquisas presumen, además, que la mujer fue asesinada el mismo día que desapareció, el 29 de diciembre último, entre las 18.30 y las 21, en el horario en que refresca y salen al acecho los mosquitos, razón por la cual llevaba puesto un sweater a pesar de que ese día había sido caluroso.
Fuentes de la investigación indicaron que por el momento la principal hipótesis apunta a que la docente fue asesinada por encargo y que habrían participado tres personas: el sicario que actuó como autor material y las dos personas que lo contrataron.
En tanto, Sfeir, solicitó ayer la entrega del cuerpo de la víctima para poder inhumarlo, y que reiteró que no tiene inconvenientes en que lo investiguen.