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Está grave un joven al que balearon en la vereda

Sus familiares acusaron a “los fantasmas”, un grupo de pibes a los que les atribuyen todo tipos de robos.

Un violento ataque a tiros durante la madrugada de ayer al frente de una vivienda de zona oeste tuvo como resultado un herido de gravedad con un tiro en la cabeza. La víctima es un pibe de 18 años, conocido como Pitín, quien al cierre de esta edición se encontraba en terapia intensiva con respiración asistida. Sus familiares dijeron que el muchacho escuchaba música en la puerta de la casa de su tío junto a primos y amigos cuando cerca de seis motociclistas que en el barrio se hacen llamar “los fantasmas de Cali” descargaron una lluvia de balas contra ellos y se dieron a la fuga. Dos de los presuntos autores fueron identificados, y uno de ellos fue demorado en la seccional 18ª, aunque recuperó la libertad poco después.
Nilda, la mamá de Cristian Pitín O., dijo que su familia, al igual que la mayoría de los vecinos, está amenazada desde hace cinco meses por esa bandita que “se creen los dueños del barrio” y lamentó que nadie haya tomado los recaudos necesarios pese a haber radicado las denuncias.
“Todo empezó con el robo de un celular hace cinco meses. Estos pibes le robaron el teléfono al papá de Joni, un amigo de mi hijo, y luego se lo quisieron vender”, dijo la mujer en la sala de espera del Hospital de Emergencia Clemente Álvarez, donde más de 20 personas se acercaron para saber el estado de salud de Pitín. En ese sentido, el  diagnóstico médico no era favorable debido a que al muchacho le quedó alojado el proyectil, perteneciente a un arma de grueso calibre, en el parietal derecho.
El robo del celular generó algunas peleas a golpes entre los amigos del chico asaltado y los presuntos integrantes de la banda de los Fantasmas. Más de diez testimonios le atribuyeron todo tipo de raterías contra los mismos vecinos del barrio y el amparo de la madre de uno de ellos, una tal Rosa, que según aseguraron “trabaja en el Comedor Comunitario de Valparaíso y Garay, desde donde comercializaría estupefacientes”, advirtieron las personas.
“Se juntan todos ahí, están todo el día drogados, andan en las motos armados a cualquier hora del día y le roban a sus propios vecinos. La gente les tiene mucho miedo porque no les importa nada. Por calle Garay ya no se puede caminar”, dijo una mujer tras relatar una cadena de robos que le atribuyó a la banda.
Cerca de las 2 de ayer, Cristian O. se encontraba junto a un grupo de amigos en la puerta de la casa de su tío, que vive a dos casas de la suya, en Pasaje 1114 al 3100. “Estaban escuchando música desde una computadora y tomaban agua”, contó su tío, quien dijo que se escucharon cerca de seis disparos provenientes de unas cinco motos que pasaron a toda velocidad.
“A mi hijo lo atacaron por defender a otro chico del barrio. A la noche había discutido con uno porque estaba cansado de que lo amenacen y le peguen a su amigo”, lamentó su mamá sin terminar de entender la exagerada respuesta de los agresores.
Según el tío, horas antes de ser atacado Pitín había golpeado a un tal Chuck Norris, quien no tardó en acusarlo ante sus cómplices, identificados como Chizito y Chan, dos de los jóvenes sindicados del ataque a tiros que le causó heridas de gravedad.
“El domingo pasado nos tiraron un escopetazo en la puerta y también avisamos a la seccional 18ª pero nos respondieron que no daban abasto porque el barrio es grande”, recordaron familiares del pibe herido.
Pero las amenazas continuaron incluso en la puerta del Heca. Ayer a la tarde, momentos después de recibir el parte médico en el sector de terapia intensiva, un numeroso grupo de amigos de Pitín estaba en una esquina del hospital cuando pasaron tres muchachos a bordo de dos motos y los volvieron a increpar.
Según relató uno de ellos, entre los motociclistas estaban Chan, como se conoce a Brian B., de 18 años, quien le gritó “que nadie se meta”. Momentos antes –siempre según el testimonio de los allegados al chico herido– la banda había realizado varias amenazas en el barrio. La más grave de ellas fue que prenderían fuego a la fábrica de escobas que tiene el papá de Pitín en 27 de Febrero y Valparaíso si los acusaban de ser los autores de la balacera.
Nilda, de 42 años y madre de cuatro hijos, dijo estar desesperada porque se siente insegura. “Esta noche va a ser un infierno. No tienen respeto por nada, si vinieron a amenazarnos al hospital son capaces de cualquier cosa”, reflexionó la mujer al tiempo que preguntaba cómo conseguir seguridad para poder dormir en su propia casa.
Fuentes policiales informaron que en la mañana de ayer se realizaron dos allanamientos tendientes a dar con los sospechosos: Brian B., de 18 años y apodado Chan, y Leonardo Andrés M., de 19 y conocido como Chizito. Este último, que cuenta con varios antecedentes penales, permaneció detenido poco tiempo y declaró en sede policial no tener nada que ver con el ataque a tiros. Más tarde, tras recuperar la libertad, habría sido agredido en las inmediaciones de Villa Banana, según dijo una fuente allegada al caso.
La causa quedó a disposición del juez Juan José Pazos, a cargo durante la feria judicial del Juzgado de Instrucción de la 7ª Nominación.

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