El Gobierno nacional denunció a cinco petroleras por presunto «abuso de posición dominante» en la provisión de combustible para los servicios de transporte público de pasajeros y de carga y alertó por la venta de gasoil a las compañías del sector con un 30% de sobreprecio.
La presentación la realizó el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, el 11 de enero pasado ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, pero se conoció este lunes, tras una conferencia de prensa conjunta encabezada por Amado Boudou, Julio De Vido, Hernán Lorenzino y Schiavi.
Al inicio de la exposición, el ministro de Planificación explicó que la acusación se originó en una «efectuada por las cámaras empresarias del sector del transporte» por el supuesta «cartelización» de cinco empresas: Repsol YPF, Shell, ESSO, OIL y Petrobras. De Vido pidió «que se investigue en profundidad esta distorsión del mercado que afecta al servicio público de cargas y pasajeros», con diferencias en los precios que «llegan hasta 30% del precio de gasoil a granel», que es aquel se vende por mayorista.
«Se detectaron diferencias de precios en el gasoil a granel, del tipo mayorista, y del surtidor, o sea que el carga cada uno de nosotros con su auto», comentó el titular de Planificación. «Queremos que se investigue con profundidad esta distorsión del mercado, que al principio lo calificamos como una distorsión», agregó.
De Vido dijo que «esta acción es parte de la decisión que como Estado hemos llevado a adelante contra los monopolios y oligopolios» y recordó la sanción de la ley de medios.