Funcionarios del Ministerio de Planificación Federal plantearon ayer a directivos de empresas petroleras que deberán corregir la situación de precios del gasoil a granel, que se vende a empresas de carga y de transporte público más caro que el que venden a nivel minorista en surtidores. La cuestión, denunciada por entidades transportistas, dio lugar a la apertura de una investigación por parte dela Comisión Nacionalde Defensa dela Competenciapara determinar si las cinco principales petroleras que operan en el mercado cometieron “abuso de posición dominante y cartelización”.
El tema fue tratado en una reunión convocada por el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, con directivos de las compañías YPF, Petrobras, Shell, Esso y Oil, y de la que también participó el subsecretario de Coordinación de Planificación, Roberto Baratta. Voceros de Transporte calificaron a la reunión de “muy positiva” y consideraron que “está comprobado que la diferencia de precios existe, hay predisposición para solucionar este tema, y se cree que en el curso de los próximos días se resolverá”.
“El criterio dela Secretaríaes que el precio a granel no puede estar nunca por arriba del precio en surtidor”, remarcaron. El lunes último, el vicepresidente Amado Boudou, el ministro Julio De Vido y Schiavi explicaron que el sobreprecio promedio del gasoil a granel detectado en todo el país es del 8,4 por ciento, pero que, en algunos casos, llega hasta el 30 por ciento, respecto del valor de surtidor, y advirtieron que la distorsión alcanzaría a 3.500 millones de pesos anuales. Los funcionarios defendieron la intervención del Estado en una disputa entre privados por considerar al transporte un servicio público que, en el caso puntual de pasajeros, tiene subsidio estatal.
Luego de la reunión de ayer las petroleras aludidas optaron por el bajo perfil ante la consulta periodística. Participaron Oscar De Leone, gerente de Suministro de Petrobras; Roberto Fernández Sívori, presidente de Esso; Juan José Aranguren, presidente de Shell; Marco Sabelli, director Comercial de YPF, y Rodrigo Turienzo, gerente general de Oil. Respecto de los precios, Schiavi indicó el lunes que en el área metropolitana de Buenos Aires el valor a granel del litro de gasoil es de 5,06 pesos, mientras que en los surtidores es de 4,30 pesos y que en promedio, en todo el país, la diferencia es de 8,4 por ciento, lo que implica unos 3.500 millones de pesos anuales.
Acerca de la composición del mercado, el secretario de Transporte señaló que Repsol-YPF tiene 65 por ciento, Shell 20 por ciento, Esso 9 por ciento y el resto de las compañías 6 por ciento. Desde Transporte indicaron que “se va a seguir trabajando y para resolver pronto la cuestión”. En la oportunidad Boudou puntualizó que desde el gobierno “se va a llevar adelante todas las medidas que sean necesarias” para revertir la situación que se plantea.
“Del lado de la gente”
En este sentido, el vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo, Amado Boudou, dijo ayer que el gobierno investiga la “distorsión de precios” por parte de petroleras, como lo hizo en otros ámbitos, porque “se pone del lado de la gente”.
“El gobierno siempre que hay abusos se pone del lado de la gente”, afirmó el funcionario.
En esa línea, agregó: “Ya lo demostramos con la ley de Medios, con el papel de diarios y ahora con los combustibles, donde hay distorsión de precios”.
El lunes, el gobierno informó que se elevó ala Comisión Nacionalde Defensa dela Competenciauna denuncia de las ocho cámaras de transporte de pasajeros y de carga, por presunto abuso de posición dominante en el mercado de combustibles por parte de las empresas petroleras mencionadas.