La ministra de Industria Débora Giorgi refutó ayer los dichos de su par brasileño, Fernando Pimentel, al afirmar que “la realidad del comercio bilateral entre Argentina y Brasil no amerita los comentarios vertidos” por el funcionario. En tanto, desdela Unión IndustrialArgentina (UIA) calificaron como “exagerada” la queja del vecino país.
Pimentel había manifestado el miércoles el descontento del gobierno brasileño con la administración de Cristina Fernández de Kirchner por los controles a las importaciones al asegurar que “la Argentinaha sido un problema permanente” en la relación comercial.
Con respecto a este tema, Giorgi replicó: “En las relaciones comerciales con Brasil, tanto bilaterales como en el ámbito del Mercosur, siempre hemos seguido las pautas normativas de los tratados regionales y las normas dela Organización Mundialde Comercio”.
En este sentido, la funcionaria planteó que “en dichos ámbitos Argentina busca reequilibrar el comercio y la industrialización regional, requiriendo el acceso al mercado brasileño y pidiendo la eliminación de las múltiples barreras para-arancelarias existentes para el ingreso de nuestros productos al país vecino, al tiempo que defendemos nuestra producción de la competencia desleal implícita en los incentivos a la producción, la exportación y la inversión”.
Según detalló, Argentina representa el 19,5 por ciento del superávit comercial de Brasil registrado en 2011, mientras que el déficit en la balanza comercial local con el país vecino el año pasado fue de 5.800 millones de dólares.
“Buscamos el emparejamiento de un proceso de industrialización que había quedado rezagado, porque antes de 2003 no teníamos un modelo que hiciera de la industria el eje de la inclusión social”, destacó.
Una reacción “exagerada”
Desdela UIAtambién salieron al cruce de las declaraciones de Pimentel; su titular José Ignacio De Mendiguren tildó de “exagerada” la queja de Brasil sobre las trabas a las importaciones, y alegó que “las cifras del comercio bilateral no convalidan el nivel del reclamo” dado que el país vecino “lleva más de 80 meses de una balanza comercial netamente favorable”.
“Me parece, por lo menos, exagerado. En la crisis que hoy el mundo está viviendo, no conozco un solo país que no administre su comercio. Podemos decir si las medidas pueden ser mejor implementadas, más transparentes, más rápidas las resoluciones. Todo lo podemos discutir, todo es perfectible”, evaluó.
“Nada sorprende”
En tanto, para el gerente de Relaciones Institucionales dela Cámarade Importadores, Miguel Ponce, “nada sorprende; si hay un campo en el que la ley de causa y efecto se cumple es en el comercio exterior”.
“A una medida que se anuncia en una determinada dirección, las reacciones son proporcionales e inversas. Esto con Brasil es un espacio conocido en el vínculo. Cuando se produjeron las trabas el año pasado a los productos brasileños, Brasil hizo lo mismo frenando las exportaciones automotrices y tuvimos el conflicto al que finalmente luego las autoridades de los países lograron devolver a un cauce que siempre se da entre dos socios”, recordó.