Alrededor de 7 mil niños pasan sus vacaciones en las colonias municipales que se desarrollan en 21 predios públicos y clubes de todos los distritos. Los datos fueron suministrados por la Secretaría de Promoción Social, a través de la subsecretaría de Deportes, que también comunicó que la cifra de asistentes, de 6 a 13 años, supera en un 30% la registrada en 2011.
De acuerdo a los datos suministrados, casi 7 mil jóvenes se anotaron y comenzaron a asistir, desde su habilitación el pasado 12 de diciembre, a alguno de los 21 espacios distribuidos en los seis distritos.
Allí, se dan clases de natación y otras disciplinas deportivas y se brindan talleres artísticos, entre otras propuestas.
Sin clases en las escuelas y con el verano latiendo a pleno, las colonias de vacaciones resultan un refugio ideal para los chicos y una solución inmediata para los padres que, a pesar del calor, no tienen vacaciones.
Consultado al respecto, el subdirector de Deportes, Adrián Ghiglione, hizo hincapié en el incremento del número de asistentes y señaló que “hasta el momento, se ha registrado un aumento del 30 por ciento en la demanda” y destacó que “el año pasado había 18 colonias, mientras que en la actualidad hay 21 funcionando en toda la ciudad”.
Asimismo, el funcionario manifestó que “cada vez son más los matrimonios cuyos integrantes trabajan a la par y cuando los chicos dejan de ir a la escuela necesitan un lugar donde estar”.
Ghiglione también remarcó que las colonias son centros de sociabilización donde chicas y chicos crean lazos de amistad y generan encuentros por fuera de la escuela. “El objetivo es generar un espacio de enseñanza no formal en donde los colonos puedan recrearse y aprender cosas diferentes a las que aprenden en clases”, expresó.
Finalmente, el subdirector subrayó que quienes optan por las piletas locales para pasar los meses más calurosos del año proceden, en su mayoría, de los barrios de la ciudad, y que se trata de una opción ya arraigada en muchas familias.
“Este año vamos a hacer el cierre de esta actividad en el Monumento a la Bandera y allí se podrá comprobar que los asistentes pasan de generación en generación, que en la mayoría de los casos se trata de una costumbre familiar donde padres e hijos han pasado por las colonias”, concluyó.
