Dos versiones diametralmente opuestas giran en torno del confuso homicidio de un joven de 28 años asesinado a puñaladas durante la madrugada de ayer en pasaje Cuzco y Paraguay, en el corazón de lo que supo ser villa La Lata, hoy convertido en barrio Corrientes. La primera hipótesis barajada por los investigadores surgió de los acusados como autores del crimen, quienes dijeron que se defendieron a cuchillazos de un intruso que ingresó a un domicilio por los techos. Pero más tarde, el testimonio de una amiga de la víctima viró la pesquisa a una rivalidad previa por la disputa de una mujer. Por el hecho cinco personas quedaron a disposición de Juzgado de Instrucción en turno por los delitos de homicidio y encubrimiento.
Un llamado al 911 cerca de las 5.30 de ayer dio cuenta de una persona herida en la esquina de pasaje Cuzco y Paraguay. Cuando los uniformados llegaron se encontraron con el cuerpo caído de David Sebastián Castro, de 28 años, quien presentaba múltiples heridas punzocortantes en distintas partes del cuerpo y fue trasladado en ambulancia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde llegó sin vida.
El joven se encontraba con una mujer de 34 años que dijo ser su amiga, relación que los investigadores presumen como íntima, que vive a escasos metros del lugar y acompañó a Castro en la ambulancia.
Los primeros testimonios de que recolectó la Policía daban cuenta que cerca de las 4.30, Castro se introdujo por los techos de una vivienda en pasaje Cuzco al 1400 con fines de robo y se trenzó en lucha con el propietario del lugar en una gresca que se propagó hasta la vereda, donde el supuesto intruso quedó tendido y malherido.
Ese relato fue brindado por al menos cuatro personas, quienes más tarde fueron trasladadas a la seccional 15ª donde dos quedaron demoradas por homicidio y las restantes por encubrimiento.
No obstante, la versión de una mujer que vive por el mismo pasaje fue diametralmente opuesta. La joven dijo que Castro tomaba cerveza con ella en su domicilio de Cuzco al 1500 y cerca de las 4.30 salió a comprar más bebida. Momentos después escuchó gritos de auxilio de su amigo y cuando se acercó a la esquina vio que estaba siendo agredido por dos vecinos a los que identificó por sus apodos.
Uno de ellos fue el primero en ser detenido luego de ingresar al Heca con heridas cortantes en las palmas de las manos. El hombre, de 41 años, sería el dueño de la vivienda en la que, según su relato, ingresó la víctima con fines de robo.
Pulcra escena de un crimen
Cuando llegaron, efectivos de la seccional 15ª y de Inspección de Zona 3ª se encontraron con que la vereda de la vivienda donde se produjo el hecho habían sido recientemente baldeadas con agua lavandina.
Este hecho no fue tomado a la ligera por los pesquisas y con el correr de las horas ya había una nueva hipótesis como móvil del homicidio que tendría un punto en común entre la víctima y uno de los presuntos autores: la rivalidad por la mujer de 34 años que pasaba la noche con Castro.