General Motors (GM) reconquistó en 2011 su título de número uno mundial, prueba del renacimiento del gigante del automóvil estadounidense amenazado no hace mucho con la quiebra, por delante del alemán Volkswagen y del japonés Toyota que ha vivido un año negro.
El número uno estadounidense anunció la semana pasada que en 2011 vendió 9,03 millones de vehículos en el mundo, una subida del 7,6 por ciento en un año, gracias a la recuperación del mercado estadounidense donde aumentó las ventas un 11,4 por ciento a 2,9 millones de unidades, controlando el 18,4 por ciento del mercado.
Pero también obtuvo buenos resultados en otras partes del mundo. Las ventas aumentaron un 4,4 por ciento en Francia, 3,9 por ciento en Sudamérica y 7,5 por ciento a nivel internacional.
La marca Chevrolet, la más vendida en el extranjero, vendió 4,75 millones de vehículos, casi la mitad de las ventas totales. GM también posee GMC, Buick y Cadillac.
Esto muestra el camino recorrido por GM desde 2008, cuando la crisis económica puso de rodillas al gigante del automóvil obligándole a declararse en quiebra en junio de 2009 y a someterse a una enorme cura de ahorro.
La crisis también sacudió a sus competidores Chrysler y Ford, lo que permitió al japonés Toyota convertirse por primera vez en el mayor vendedor de coches del mundo.
Pero no sería por mucho tiempo. La marca japonesa, reputada por la calidad de sus modelos, fue duramente golpeada en 2010 por los fallos técnicos, en particular, en el pedal de aceleración que podía bloquearse, y los sistemas de frenado defectuosos, obligándole a revisar más de nueve millones de vehículos en el mundo.
No obstante, conservó, el título de número uno.
Pero en 2011 el terremoto y el tsunami que devastaron Japón en marzo golpearon de nuevo al fabricante japonés. La cadena de producción estuvo fuertemente perturbada durante varios meses en el archipiélago y también en el extranjero aunque en menor medida.
El funcionamiento de las fábricas también se vio alterado a finales de año por las repercusiones de las inundaciones en Tailandia para la fabricación y el suministro de piezas fundamentales.
Como consecuencia, las ventas en 2011 de Toyota en el mundo entero fueron de unos 7 millones de vehículos, con una caída del 6 por ciento en un año, según una estimación provisional divulgada en diciembre.
Por ello, caerá oficialmente a la tercera posición, detrás de Volkswagen.
El fabricante alemán, que produce diez marcas (Volkswagen, Audi, Seat, Skoda, Bentley, Bugatti, Lamborghini y los camiones VW, Scania y MAN, sin contar Porsche que está en proceso de adquisición) vendió 8,156 millones de unidades, un 14 por ciento más que en 2010, y aspira a convertirse en el número 1 para 2018.
Sin embargo Toyota no se va a quedar de brazos cruzados. Para este año espera superar los 8 millones de ventas y alcanzar los 9 millones el próximo.
Sus dos grandes rivales todavía no han hecho pronósticos.