Pese a que las expectativas eran tener ya solucionado el problema, el buque de bandera liberania Aristeas P continuaba ayer a la tarde encallado a la altura de la localidad de Fighiera. La bajante del río hizo que este barco de grandes dimensiones cargado de cereal –mide 189 metros de largo y 28 de ancho– esté varado desde hace seis días en el Paraná y pese al trabajo de cuatro remolcadores con el apoyo de Prefectura Naval Argentina la situación continúa sin modificaciones. A esto se le suma que por la posición en la que quedó, la nave obstruye casi totalmente la circulación de otros cargueros por lo que terminales portuarias de la región se vieron obligadas a suspender sus operaciones graneleras por el efecto “tapón” del gigante de bandera internacional.
El jefe de sumario y segundo jefe en funciones de la delegación local de la Prefectura Naval Argentina, Daniel Kubiszym, explicó a El Ciudadano que “se sigue trabajando sin respiro con cuatro remolcadores en la zona para mover la embarcación”. “Acá hay dos inconvenientes y es que el barco está totalmente cargado, por lo que tiene mucho más peso, y la otra cuestión es que el río continúa bajando lo que hace más difíciles las tareas para sacarlo del lugar”, explicó.
El oficial recordó algo que este diario informó en su edición del sábado: durante las maniobras que se estuvieron realizando, a uno de los remolcadores “se le enredó la soga que estaba usando para correrlo en la hélice del Aristeas” por lo que se complicaron aún más las tareas que se están llevando adelante en las aguas del Paraná.
Dar una respuesta precisa sobre cuándo los remolcadores podrán “retirar” del lugar el buque de donde quedó encallado no es sencillo de precisar. “En estas cuestiones hablar de un tiempo estimado es algo complicado, puede ser que se logre moverlo dentro de diez minutos como de dentro de cinco días más. Los remolcadores están trabajando para que se pueda remover este barco de bandera internacional y esperamos que esto se logre lo antes posible”, subrayó el segundo jefe de la delegación local de Prefectura Naval Argentina.
“La gente continúa a bordo del barco y no hay mayores inconvenientes ya que tiene provisiones, igualmente estamos en contacto con ellos monitoreando la situación. Lo que ocurre es que el buque está obstruyendo la navegación de otros cargueros principalmente de grandes dimensiones, de ultramar, y que vienen o salen de las terminales portuarias. Es por eso que estamos trabajando para que pueda seguir navegando”, indicó más adelante Kubiszym.
Tal como se señaló en la edición de este diario, el panorama no es justamente el más alentador para la navegación fluvial, ya que se espera que el Paraná continúe con su tendencia descendente y pase del 1,74 metro a 15 centímetros menos durante esta semana.
Las consecuencias económicas por el buque varado comienzan a sentirse. Desde el Sindicato de Dragado y Balizamiento sostuvieron que “no es poco” el costo diario de tener parados los puertos. “Son millones de dólares esperando”, graficaron desde el sindicato.
Cabe recodar que el Aristeas P está “cargado al tope”, tal como remarcaron desde Prefectura. Zarpó de una de las terminales de Puerto San Martín con cereal pero el último miércoles el viaje se interrumpió a poco de comenzar ya que la nave quedó varada a la altura de Fighiera –a unos 37 kilómetros de Rosario– en el kilómetro 390 del río Paraná, luego de encallar en uno de los laterales del canal, presentes por la marcada bajante del nivel de agua del río de los últimos días.
