Pocas horas antes que Cristina de Kirchner regrese a la actividad oficial tras la licencia médica, Hugo y Pablo Moyano lanzaron una dura amenaza de movilizar a 30.000 camioneros a la Plaza de Mayo para repudiar la represión policial en Trelew contra un grupo de choferes que denuncian 170 despidos de una empresa terciarizada de la gasífera Camuzzi.
«El viernes vamos a movilizar a 30.000 camioneros al Ministerio de Trabajo, y luego vamos a Plaza de Mayo», prometió el secretario general adjunto del gremio, Pablo Moyano, desde el piquete realizado este mediodía en las puertas de las oficinas de Camuzzi en Puerto Madero. «Estas empresas multinacionales quieren volver a las políticas de los 90», completó el dirigente sindical para rechazar el vencimiento del convenio con la firma Correo del Sur.
La ofensiva del hijo del jefe de la CGT recrudeció este martes con un corte de calle de más de tres horas sobre la avenida Alicia M. De Justo al 240. Los camioneros denuncian que por la finalización del vínculo comercial entre Correo Sur y Camuzzi se dejará sin empleo a 200 personas. Pero además, se movilizaron para rechazar la represión policial que sufrieron esos trabajadores la semana pasada en la localidad chubutense de Trelew.
El jueves pasado, luego un acampe frente al local de Camuzzi en esa ciudad sureña, un grupo de camioneros se enfrentaron con los uniformados que intentaron desalojarlos con una orden judicial. Todo terminó en una batalla campal con sietes trabajadores heridos por impactos de balas de goma. Por el accionar de los policías, el gobernador chubutense, Martín Buzzi, solicitó que se inicie «una inmediata investigación para clarificar los hechos de violencia policial» y ordenó el «pase a disponibilidad» del comisario Juan Carlos Contreras.
En respuesta al traslado del conflicto a Buenos Aires, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, lanzó una dura réplica contra Pablo Moyano y lo acusó de llevar adelante un «apriete» con el piquete en Puerto Madero.
«Uno no debería sorprenderse. No se entiende lo que ocurre con este corte. Los ciudadanos de Buenos Aires miran este corte sin entender por qué se desarrolla en la ciudad. Tiene que ver con un conflicto de traslado de facturas en el sur, típico de la zona», dijo Tomada.
Según explicó el funcionario, la empresa Correo Sur, que había «prestado deficientes servicios», perdió una licitación privada realzada por Camuzzi y ahora «hay un nuevo concesionario que se hace cargo, que es el Correo Argentino».
«Acá no se echó a ningún trabajador. Hay trabajadores que se quedaron sin trabajo porque la empresa donde trabajaban perdió una licitación, y esa empresa vamos a ver qué pasa, que solución le damos», completó notablemente ofuscado por la protesta.
Al ser consultado por un canal de noticias de cable sobre la negociación en marcha, dijo: «Esto es un apriete, trasladar el conflicto a la ciudad cuando nosotros venimos sistemáticamente planteado la situación de diálogo ¿Por qué es necesario dar este paso cuando estamos en período de conciliación obligatoria allá en el sur?», se preguntó enfático Tomada.
«A mí no me interesa Camuzzi o no Camuzzi. Es un conflicto que debería haberse desarrollado en el sur, que tanto el sindicato como la empresa deben resolver en una mesa y acatar la conciliación, ¿por qué quieren empujar la solución del conflicto llevándose a todos puestos?», se interrogó después.
«Tenemos que tener la posibilidad de tener las negociaciones, no podemos buscar la solución por estos caminos», agregó. «No estoy para analizar las intencionalidades políticas de Pablo Moyano. Nosotros tenemos las puertas abiertas para el diálogo. Esta forma de querer canalizar el conflicto ya no tienen sentido en la Argentina. Mañana hay una audiencia acá, Pablo Moyano sabe que hay una reunión pautada hace tres días. Esto no tiene otro objeto que movilizar, para perturbar, para marcar la cancha», concluyó.
Pero el hijo mayor de Moyano no demoró en retrucar esas declaraciones de Tomada. Desde el corte en el barrio porteño, le pidió al ministro que «deje de hablar de la metodología de los camioneros» y le recordó que «estuvo durante dos años con lo de Gate Gourmet, pero por suerte ya se solucionó por la vía judicial».
Moyano junior consideró que «posiblemente la postura del ministro hubiese sido otra si no era camioneros» y deslizó, irónico, que Tomada no estuvo al tanto de la represión a los trabajadores en Trelew por que «capaz que no estaría trabajando, capaz que se enteraron hoy que había un reclamo».
