El Barcelona del crack rosarino Lionel Messi se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey, al empatar como local 2 a 2 ante su clásico rival, Real Madrid, y beneficiarse con el 2-1 de la ida.
Los goles de Barcelona fueron anotados por Pedro (luego de una asistencia deliciosa de Messi) y Dani Alves, ambos en los cinco minutos finales del primer tiempo. Cristiano Ronaldo, en su primer gol en el Camp Nou en seis encuentros, y el francés Karim Bemzemá alcanzaron el empate para el Real Madrid ya en el complemento.
En el marco puntual del partido, la reacción y la igualdad le renovaron el crédito al técnico portugués del Madrid, José Mourinho, sin embargo, la nueva eliminación a manos de un rival al que no le encuentra la vuelta puede acelerar la descomposición que ya existe en su relación con los simpatizantes «merengues».
Eso sí, el Real dejó de lado el planteo especulador de la ida y la ambición le dio resultados, en los primeros diez minutos tuvo, de ese modo, tres opciones claras para adelantarse en el marcador.
Dos fueron del Pipita Higuaín (la primera definió cruzado, pero mal, la segunda se la tapó Pinto) y la restante de Ronaldo, tras un contragolpe conducido por Kaká, que también sacó el arquero.
El Barcelona, fiel a su libreto de toque paciente y búsqueda de espacios entre líneas, fue equilibrando el trámite del partido y, aunque su arco volvió a correr riesgo serio (un remate brillante de Ozil que se estrelló en el travesaño y picó apenas afuera), de a poco volvió a condicionar el rendimiento de su rival.
A los de Pep Guardiola ni siquiera los golpeó la salida por lesión de uno de sus cerebros, Andrés Iniesta, a la media hora.
En eso se iba la primera etapa cuando apareció Messi. En todo su esplendor. Seguido en la carrera por Xabi Alonso, y a las puertas del área, metió un pase perfecto entre las piernas de Arbeloa y Pepe para la entrada franca de Pedro (el reemplazante de Iniesta) que definió con un derechazo para establecer el 1-0.
Los minutos hasta el cierre de la etapa fueron vibrantes, Messi recibió la amarilla por una fuerte falta a Pepe (el jugador que le había pisado la mano en el choque de ida) el rosarino recibió después una dura entrada de Lass y del tiro libre consecuente (a la izquierda del área) llegó el segundo tanto culé.
Xavi ejecutó la falta, la pelota dio en la barrera y cruzó todo el área y, por la derecha, Dani Alves sacó un zapatazo hermoso que se clavó en el ángulo más lejano del arco de Iker Casillas.
Toda la tranquilidad acumulada por Barcelona en el primer tiempo se diluyó, sorpresivamente, en el segundo, el equipo de Guardiola perdió la brújula como pocas veces y el Real Madrid resucitó (se sobrepuso inclusive a un gol anulado a Sergio Ramos).
Cristiano Ronaldo terminó con el maleficio y anotó su primer gol en el Camp Nou para el descuento, a los 22, y Karim Benzemá, que entró en lugar de Pipita Higuaín, empató a los 26. El clásico, otra vez, tenía un cierre apasionante, dramático.
En ese escenario surgió, una vez más, Lionel Messi. Primero con una corrida y habilitación para Piqué que el central, no llegó a conectar; después con un remate desde la puerta del área que se fue a centímetros del palo izquierdo.
Si no alcanzaron para romper el empate, las apariciones de Messi, su amenaza constante, aquietaron la reacción madridista.
Los de Mourinho volvieron a apelar entonces al juego brusco, como ya se hizo costumbre ante el Barsa, se quedaron con diez hombres por la expulsión de Sergio Ramos y se diluyeron, rendidos, a la superioridad de su enemigo. Que pasó a las semifinales dela Copadel Rey (donde se enfrentará con el ganador del cruce entre el Valencia y Levante) y, de la mano de Messi, agiganta su leyenda.