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De la primavera al infierno

Egipto sigue en llamas a casi un año de la revuelta que obligó a renunciar a Mubarak. El poder militar de “transición” es apuntado por la masacre en el estadio de Port Said que dejó un saldo de más 70 muertos.

La violencia prosiguió ayer en Egipto y ya suman al menos cuatro muertos en dos días en enfrentamientos producidos en El Cairo y Suez, entre manifestantes y policías, los primeros, en repudio por las muertes ocurridas en una cancha de fútbol y en choques posteriores con fuerzas de seguridad, que intentaron tomar el ministerio de Hacienda y el de Interior y una comisaría. Esas cuatro muertes se suman a las 74 que se registraron en el estadio Port Said el miércoles pasado y que provocaron una crisis política con manifestaciones populares contra el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas que gobierna el país desde la caída del régimen de Hosni Mubarak, el 11 de febrero de 2011.

Las protestas del llamado “Viernes de la ira” fueron convocadas por 38 organizaciones juveniles y partidos políticos. Un centenar de personas, incluidos algunos manifestantes que pasaron la noche acampados, participaron en la oración en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo.

En una caldeada sesión parlamentaria, varios diputados pidieron la renuncia del ministro del Interior, y responsabilizaron a la Junta Militar de los hechos ocurridos el miércoles pasado un partido de fútbol en Puerto Said cuando se enfrentaron las hinchadas del local Al Masri con la de Al Ahli, de El Cairo.

Casi 10.000 personas se congregaron en la capital para protestar por la inoperancia de las fuerzas de seguridad durante los altercados en Port Said dado, además, que los hinchas del club cairota Al Ahli –la mayor parte de las víctimas– están identificados con las revueltas populares de lo que se conoció como otra de las expresiones de la “primavera”  en los países de la región contra viejos regímenes políticos y que en el caso egipcio puso fin al gobierno de Mubarak.

La ira y el luto por las víctimas de Port Said, Suez y la capital alimentaron las demandas de movimientos populares para que el poder de “transición” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas transfiera de inmediato el poder a una autoridad civil y acelere la transición.

La protesta confluyó ayer desde las mezquitas de El Cairo hacia el Parlamento para exigir a los generales que cedan el poder inmediatamente.

En la capital del país, los manifestantes que asaltaron el edificio de Hacienda lanzaron bombas incendiarias y destrozaron muebles y actas, según fuentes de las fuerzas de seguridad. La Policía recibió órdenes de no actuar.

Mientras la televisión estatal reportaba una “calma precaria”, en los alrededores del Ministerio del Interior, la agencia de noticias Prensa Latina, reportó que decenas de jóvenes continuaron el forcejeo con la policía, aunque con mucha menos intensidad que antenoche, cuando resultaron heridos más de 900 civiles y 60 policías en la capital egipcia al producirse enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de seguridad.

También en Suez se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y policías, con un saldo de 15 heridos.

En esa ciudad, situada a 140 kilómetros de El Cairo, murieron ayer por la madrugada dos personas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad al recibir balazos policiales.

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