Proyecto de Rescate de Rinocerontes había convocado a la prensa en Johannesburgo, en la reserva más grande de rinocerontes y leones, para mostrar la forma en que podía insertarse un microchip en el cuerno de cada especie, para realizarle un seguimiento.
Una medida que se preveía como solución ideal para la caza furtiva de estos animales, que se encuentran en peligro debido al cada vez más alto valor de sus cuernos. Sin embargo, hubo un error de cálculos, tras la inserción del dispositivo el animal no logró despertar de la anestesia.
El rinoceronte «respondió muy bien al tratamiento, y el procedimiento es ciento por ciento seguro, pero siempre hay un riesgo cuando un animal de este tamaño es sedado», intentó justificarse Lorinda Hern, portavoz de la organización conservacionista.
