Las autoridades cubanas empezaron con los preparativos en La Habana para la visita del papa Benedicto XVI, del 26 al 28 de marzo –la segunda de un pontífice católico a la isla caribeña–, lo que para el teólogo de la liberación Frei Betto será “una bendición para el pueblo cubano”.
La emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, donde tradicionalmente daba sus discursos el ex presidente cubano Fidel Castro, está en obras de remodelación. Allí, en el mismo lugar donde el papa Juan Pablo II presidió en 1998 un multitudinario evento, Benedicto XVI celebrará una misa el próximo 28 de marzo.
El viaje es visto como una señal de las buenas relaciones actuales entre el gobierno cubano y la Iglesia católica, convertida en un importante actor social en la isla. El gobierno de Raúl Castro liberó a más de 50 disidentes presos en 2010 tras gestiones del arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega.
La visita de Benedicto XVI tiene lugar, además, en medio de un proceso de reformas de apertura económica, tras décadas de monopolio estatal.
El Papa llegará el próximo 26 de marzo a Santiago de Cuba, en el sureste del país, procedente de México, el otro país que Benedicto XVI visitará en su gira por la región. Tras una misa en la Plaza de la Revolución de Santiago y una visita al simbólico santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, el pontífice viajará a La Habana el 27.
En la capital cubana se reunirá con Raúl Castro, antes de cerrar su visita un día después en la Plaza de la Revolución.
Como es habitual, el programa oficial no especifica si Benedicto XVI visitará también al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, retirado de la vida política por motivos de salud desde 2006.
También dentro de lo esperable, la visita de jefe de la Iglesia católica generó reacciones entre los disidentes al gobierno de la isla, que plantearon sus temores de que sea usada políticamente por el gobierno.
En cambio, el fraile domínico brasileño y teólogo de la liberación Frei Betto, quien asiste a la Feria Internacional del Libro de La Habana, opinó en esa ciudad que la visita de Benedicto XVI “será una bendición para el pueblo de Cuba”.
La describió como una “visita pastoral” dedicada al 400º aniversario de la aparición en el mar de una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de los católicos del país.
Betto, de 68 años, y admirador de la revolución encabezada por Fidel Castro, agregó que “la visita del pontífice va a incomodar muchísimo” a “los enemigos” del gobierno de Cuba. “Digan lo que digan sus enemigos, en Cuba no hay niños en las calles abandonados a su suerte, ni familias que viven debajo de los puentes. No hay mafias de drogas. Es una excepción total en toda América latina”, opinó el teólogo de la liberación, según el portal Cubadebate.
Para Betto, la estancia del papa Benedicto XVI en este país “va a significar un momento de reforzar también la fe cristiana del pueblo de Cuba”.